lunes, 26 de octubre de 2015

(46)- Buenas noches, querubín; vamos a irnos un par de días por las ramas
     - Por algo será, dulce Sancho.
     - Verás, hijo mío. Amo a mis paisanos como una madre, pero es injusto que apenas me conozcan. Como suele ocurrir con frecuencia este tipo de desaires, te va a gustar que hablemos de otro heroico casi-menés también olvidado: un anarquista que escribió un terrible poema contra Hitler el año 1938, cuando todavía no se le habían visto las pezuñas ni captado su olor a azufre. Mañana contarás tú la historia de este extraordinario escritor y de por qué aparece en  nuestro libro. Este es el texto:

MALDICIÓN A ADOLFO HITLER
“Toda la sangre de España se me ha subido a la boca; con ella, todo mi pueblo sus maldiciones te arroja. / ¡Maldito, maldito seas! y que te signe la Historia como pri­mer asesino de la sonrisa de Europa. / Que los desastres te muestren sus caras ignominiosos, y el triunfo de ti se burle sin conseguir que lo cojas. / Que de tu propio bigote se ría tu propia boca; tu bigote de la facha de tu nariz respingona. / Tus ojos de tu nariz; de aquellos, tu frente propia; de tu frente, tu mechón; tú mismo, de tu persona. / Que alrededor de tu sueño baile la rueda de mofas de los fracasos que alcances cuando persigas victorias. / Que en torno de tu ambición exhiban un corro de sornas los espejos que te muestren de pintor de brocha gorda.
/ Que al contacto de tus dedos pierdan las flores su aroma, se haga carbón el pan blanco, y el agua se vuelva roja. / Que no te sonrían los niños ni puedas tener esposa, y en tus miradas presientan gavilanes las palomas. / Que la danza de la muerte te dé sarcástica ronda, y en el baile de San Vito tu red de nervios se rompa. / Que medievales negruras entenebrezcan tus horas, y en un ‘Dies irae’ te griten pesares que te carcoman. / Que en tu cerebro se truequen voraces hormigas rojas los crímenes que perpetran las células que lo forman. / Que vayas huyendo siempre de ti cuando estés a solas, y las arterias te inunde tu corazón de ponzoña. / Que los cisnes de tu esquife de Lohengrin se hagan ocas, y el mismo esquife, carreta cargada de carne de horca. / Que en el Walhalla te esperen tus víctimas hechas momias, y el grito de tu dolor tus tímpanos pétreos rompa. / Que te pregunte Wottan por el hacha que deshonras, y que su risa de dios te haga temblar de congoja. / Cuando en la fuente de un cuello, de donde la sangre brota, para la sed de tus fauces llene dos cráneos de copas. / ¡Maldito seas, maldito! desde el véspero a la aurora; de crepúsculo en crepúsculo, las maldiciones te roan. / Que te las griten los mares con el rumor de las olas; que se las digan al viento los bosques con labios de hoja. / Que te las lancen al rostro los pueblos de razas todas, y te niegue sepultura la tierra, por celo de honra. / Que te citen en tu muerte las penas más espantosas, y ardan de rabia los perros que tu cadáver se coman”.
   
     - Al poeta le tomaron por un catastrofista, pero, evidentemente se quedó corto. Gabon, mutiko.
       - Biar  arte, lastana.

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