sábado, 10 de octubre de 2015

(16) - Buena notte, mio carissimo biógrafo. Fue un acierto encargarte ese trabajo. Me has quitado un peso de encima, porque siempre necesité volcar el remordimiento que llevaba dentro. Ya te diste cuenta, al transcribir mi documento de cesión de bienes a mi hijo Luis, de que, veladamente,  pedía perdón por el daño que le hice a mi compañera, la balmasedana Catalina de la Puente, entre otras personas, puesto que manifesté que dejaba encomendadas misas “por las ánimas de aquellos que yo fui causa de que ofendiesen a Dios”. Y no me has juzgado: te has limitado a exponer los hechos cuidando mucho de que se conocieran las circunstancias de aquellos tiempos.
     - Buena notte anche per te, dolce poverello pentito e veramente transformato. He procurado que el lector suspenda en el aire la espada de la ira. Como nunca nos lo han contado, no sabíamos que en tus tiempos era normal que los ricos tuvieran esclavos negros. Y como los canónigos erais ricos…
     - ¡Qué ciegos estábamos! Pobre raza negra. Históricamente, se los ha tratado con menos odio que a los judíos, pero el daño que se les ha hecho ha resultado mucho mayor. Entonces se creía que San Pedro Claver era un trastornado. El tiempo le ha dado la razón, y hoy figura en Quántix entre los más grandes por la humanidad con que trató a aquellos pobres esclavos que llegaban como ganado al puerto colombiano de Cartagena de Indias. Aunque si hay algo miserable, por haber ocurrido casi ayer, es lo que hizo en El Congo el rey Leopoldo de Bélgica. Por aquí anda como si nada, terco en sus razones, y con cara de gilipollas.
     - En todo de acuerdo, pero deberás eliminar esta palabra de tu vocabulario. A domani, mio caro.

     - Dorme bene. Pero pon la foto de las gradas exteriores de mi querida catedral, con esa placa que hace referencia a Cervantes, en la que se indica eufemísticamente que se usaban como lugar de contratación, omitiendo (como siempre se ha hecho) que ahí se subastaban a diario a los esclavos. Esa lacra nos ha dejado manchados para siempre.

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