(89)
–El miedo paraliza, peque; así que Cortés se puso en acción.
-Tú le conocías bien, jefazo de la Casa de la Contratación de
Indias. Su ambición producía daños colaterales (le perdía el ansia de oro),
pero todos sabían que nadie les podía guiar como él: valiente, astuto, previsor,
diligente, y hasta simpático en las horas de ocio. Y falta otra cosa en la que
le veremos brillar: era un organizador de primera. Había llegado el Día D y la
Hora H: la tarea difícil, la preparación de los bergantines y del canal de
acceso a la laguna ya estaba terminada. Quedaba algo más por ‘ensamblar’:
ultimar la intendencia, distribuir a la gente y trazar el plan de ataque a la
mítica Tenochtitlán. Ya había hecho un alarde de habilidades de ingeniero para
acondicionar una vía que permitiera sacar flotando los bergantines desde su
astillero. Fue una proeza y se lo contó al rey: “Había media legua hasta la
laguna (casi 3 km), y en esta obra
anduvieron 50 días más de 8.000 indios, porque la zanja tenía más de 2 estados
de hondura (unos 7 m) y otros tantos
de anchura, e iba toda la zanja chapada y estacada, de manera que las fustas (pequeños bergantines) se podían llevar
por el agua sin peligro y sin trabajo, que fue obra grandísima y muy de ver”.
Mano de obra no le faltaba, y, además, era aportada voluntariamente por los
caciques amigos. Se hicieron 8.000 saetas, “mandó que los caballos estuviesen
herrados, e que cada día corriesen y
escaramuzasen; y mandó aviso a nuestro amigo el cacique de Tlaxcala, Xicotenca el Viejo, y a su hijo
Xicotenca el Mozo (de momento, colaborador), y a otros principales,
diciéndoles que ya se iba a partir hacia México para ponerle cerco, y que le
enviasen 20.000 guerreros. Y también se les dijo a todos los demás pueblos
amigos, respondiendo todos a una que lo harían muy cumplidamente. El día 28 de
abril de 1521 Cortés mandó que se hiciese alarde (formación de las tropas para hacer recuento), y había 84 de a
caballo, 650 soldados, más 194, ballesteros y escopeteros”. Cortés los
distribuye: por cada bergantín, 1 capitán, 12 entre ballesteros y escopeteros,
12 remeros y 25 soldados. Faltaba algo
para que quedara satisfecho su espíritu perfeccionista y controlador: todo el
mundo tenía que ajustarse a unas normas estrictas. Y se sacó de la manga unas
ordenanzas hechas a medida para el tinglado en el que se iban a meter. Haz un
resumen, daddy.
-Siempre gocé con las leyes, my dear son.
Y estas normas de Cortés antes del gran ataque eran sabrosas: “Que ninguna
persona fuese osada de blasfemar de
Nuestro Señor Jesucristo, ni de Nuestra Señora, su bendita madre, ni de
los Santos Apóstoles, ni de otros santos, so penas graves. Que ningún soldado
tratase mal a nuestros amigos, pues iban para nos ayudar, ni les tomasen cosa
ninguna. Que ningún soldado fuese osado de salir de día ni de noche de nuestro
real para ir a ningún pueblo de nuestros amigos, so graves penas. Que todos los
soldados llevasen muy buena protección contra la multitud de vara, piedra,
flecha y lanza que echaban los enemigos. Que ninguna persona hiciese destreza
de caballo o armas (torneos) por vía
ninguna, so gran pena. Que ningún soldado, ni hombre de caballo, ni ballestero,
ni escopetero duerma sin tener todas sus armas puestas y calzado. Y demás desto
se ordenó guardar las leyes que obligan en lo militar, que es que hay pena de
muerte para el que se duerme en la guardia, o se va del puesto que le ponen. Y
se ordenaba que ningún soldado vaya de
un real a otro sin licencia de su capitán, so pena de muerte. Y asimismo se
recordó que tendría pena de muerte el soldado que abandonara a su capitán en la
batalla y huyera”. Amén.
Foto: Esta maqueta representa lo que era
Tenochtitlán sobre la laguna de Texcoco. Lo que vemos alrededor llena de
simbolismo toda la escena. A la izquierda aparece el impresionante Palacio
Nacional de México, que es una ampliación de las dependencias que mandó
edificar Cortés; se asoma a la enorme Plaza del Zócalo, que tiene el mismo
trazado que le dieron los españoles. No podía haber más que un vencedor en el
enfrentamiento definitivo de dos ejércitos aterrorizados; la foto nos muestra el
resultado, mestizaje incluido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario