sábado, 30 de abril de 2016

(Día 251) YA DESDE EL PRINCIPIO, empieza BERNAL a mencionar personajes fundamentales de LAS INDIAS: Pedrarias Dávila, Balboa, Francisco Hernández de Córdoba, el obispo Fonseca, el piloto Alaminos, y, de manera especial, el gran enemigo de Cortés, DIEGO VELÁZQUEZ DE CUÉLLAR.

(3) –Felices noches, querubín: Bernal dice que solo nos quiere a nosotros de embajadores. Corresponderemos con total fidelidad.
     -Y, a ser posible, haciendo un buen trabajo. Oigamos sus palabras: “En el año  de 1514 llegué a Nombre de Dios (Panamá) con el gobernador Pedrarias Dávila, donde pronto murieron de pestilencia muchos soldados, y también había diferencias entre el mesmo gobernador  y un hidalgo que se decía Vasco Núñez de Balboa”. Hace alusión al crimen de Dávila contra Balboa, pero no se decide a condenarlo: “Según pareció, por sospecha que tuvo de que el yerno (Balboa) se le quería alzar con copia (un montón) de soldados, por sentencia lo mandó degollar”. Como el ambiente con Dávila debía de ser terrorífico, pasó a Cuba. Se enorgullece de sus caballerescas aspiraciones: “Ningún capitán pasó 3 veces arreo (sucesivamente) a esta Nueva España, de manera que soy yo su más antiguo descubridor, y doy muchas gracias y loores a Dios por haberme guardado de muchos peligros de muerte, para que declare lo acaecido en aquellas guerras (como G. Márquez: ‘vivir para contarla’). El gobernador de Cuba, Diego Velázquez, deudo mío (pariente) prometió darme los primeros indios que vacasen, y no quise aguardar, porque siempre tuve el celo de servir a Dios y procurar de ganar honra”. Le vino al pelo la primera expedición que Velázquez estaba preparando en Cuba para despacharla hacia el litoral de tierra firme bajo el mando de Francisco Hernández de Córdoba; se alistó de inmediato. No se priva de criticar  a su ilustre ‘deudo’ por exigir la ilegalidad de que le trajeran indios esclavos con los que cubrir los gastos de aquella aventura. Hubo, por esto, protesta general, y Velázquez tuvo que ceder. ¿Qué opinas, experimentado clérigo?
     -Pues que lo que dice después resulta contundente: estaba bien informado. Como algunos pensaban que  no procedía hacer público un comentario tan crítico, añade. “Conviene que lo diga por los pleitos que nos pusieron el Diego Velázquez y el obispo de Burgos, que se decía Juan Rodríguez de Fonseca”. Tú sabes, secre, que Fonseca fue mi gran protector, pero a estas alturas cuánticas, no puedo ocultar que, estando de por medio su ambición, era capaz de  saltarse el Decálogo completo. Bernal, siempre tan cercano a la gente, es una máquina recordando nombres de sus compañeros, y así sabemos que el piloto mayor era el veterano lobo de mar Antón de Alaminos, que  no se vio libre de errores. Esto va a ser en vivo y en directo.
     Vete anotando ahora, escribano mío, estas ráfagas. Velázquez viene de Velasco, y hay que suponerlo equivalente a Blázquez/Blasco y a Vázquez/Vasco. Hagamos un brevísimo comentario sobre el gobernador de Cuba Diego Velázquez de Cuéllar. Y necesario, porque va a ser un enemigo constante de Cortés, hasta que tuvo que dejarlo por imposible. De nada le sirvió en esta batalla particular su prestigio, su valía personal y su enorme energía. Llegó a Indias en el 2º viaje de Colón (1493). Hizo grandes méritos en la pacificación de La Española, y el hijo de Colón, Diego, le confió en 1511 la conquista y población de Cuba, complicado trabajito en el que estaba a sus órdenes Cortés (qué vueltas da la vida). Diego Velázquez lo bordó, y tuvo dos aciertos que le cubrieron de gloria: 1.- Fue el visionario pionero de un nuevo enfoque de progreso: el desarrollo de la ganadería y la agricultura, con un gran impulso de la caña de azúcar; incluso trató bien a los indios pacificados, aunque tuvo mucho que ver en la llegada de los primeros esclavos negros. 2.- Fundó con entusiasmo y ojo clínico las 7 primeras ciudades  de Cuba: Baracoa, Bayamo, Santiago (1ª capital), Puerto Príncipe, Sancti Sipiritu, La Habana (capital definitiva) y San Juan de los Remedios. Como su mismo 2º apellido lo dice, era de la segoviana Cuéllar,  vetusta población en la que cada piedra rezuma historia.

     (La 1ª foto es del castillo de los duques de Alburquerque (Cuéllar), y ha pertenecido a diversos linajudos, entre ellos, quién lo diría, Ambrosio Spínola; sí, el mismísimo personaje que en el cuadro de Las Lanzas de Velázquez -otro Velázquez- recibe con amable educación las llaves de la derrotada ciudad de Breda -2ª foto-).


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