(234)
LUIS VÁEZ DE TORRES comprobó que VANUATU no era AUSTRALIA, y, a su vez, no se
dio cuenta de que había visto la costa australiana al atravesar el paso que hoy
lleva su nombre, el ESTRECHO DE TORRES.
(234)
– Tienes razón, entrañable plumífero: Luis Váez de Torres la lio parda, y en
dos sentidos. Empieza por lo primero.
- De no ser él, amable Sancho, otro habría
destrozado el sueño de un Quirós tan convencido de su logro que el nombre
completo que le asignó a su descubrimiento fue Austrialia del Espíritu Santo.
Así, tal cual, Austrialia, inventándose un ‘palabro’ mixto e ingenioso para
mostrar que aquello era la incógnita tierra austral y, asimismo, dedicársela a
los Austrias españoles. Quiso el destino que, cuando volvían eufóricos a
México, una de las naves no pudo rebasar la tormenta que se les vino encima, y
volvió a ‘Austrialia’ (en realidad, Vanuatu). Y también quiso que fueran en
ella dos ‘fenómenos’ que resultaron muy críticos con las fantasías de Quirós.
Se trataba de Váez de Torres y de Diego de Prado, este último, magnífico
cartógrafo. Como aquella gente tenía alergia a la pasividad, se pusieron a
descubrir lo que tenían a mano, examinando hasta el último rincón de la costa,
y tumbaron el sueño del místico: aquello no era más que otra isla, grande, pero
isla, cuyo nombre sigue siendo Vanuatu.
- Te robo la bonita segunda parte, little
heart. Torres puso rumbo a Filipinas, pero sin perder ojo a lo que encontraran
por el camino. Bastantes años antes, los portugueses habían descubierto Nueva
Guinea, y Torres la costeó, pero con la originalidad de hacerlo por el sur,
algo inédito. Los dioses le premiaron: fue el primero en atravesar el estrecho
que lleva su nombre, y en demostrar que también ese enorme territorio era una
isla. Mandó su informe al rey en 1607, y el resto de su existencia (murió hacia
1611) la vivió oscurecido y sin darse cuenta él mismo de la importancia de sus
logros. Hubo de pasar ¡más de un siglo! para que los ‘expertos’ recordaran que
Nueva Guinea era una isla, siendo los maravillosos navegantes ingleses quienes
le han hecho justicia: el capitán Cook
tuvo la caballerosidad de hacer
oficial en 1770 el nombre de Estrecho de Torres para el paso entre Australia y
N. Guinea; gracias también a otro británico, el capitán Brett Hilder, es cosa
admitida que Torres tuvo que ser el primero que vio las costas de Australia,
aunque pensara que la tierra que veía al sur era, simplemente, de otra isla más
(pero ya avisó de que tenía que ser enorme). Debido a los datos aportados por
Torres, veremos a Quirós hundiéndose en
el desprestigio e injustamente ninguneado, y su inútil intento de levantar
cabeza al constatar que se evaporaba su fantasía de haber encontrado la tierra
austral. Fue penoso. Ciao, caro.
- Mal asunto quedar a merced de los
envidiosos. Be happy, pal.
El primer plano muestra perfectamente la
ruta de Torres, desde Espíritu Santo (en Vanuatu), pasando por el estrecho que
lleva su nombre (ojo, que la raya negra lo tapa). Y también se entiende por qué,
al ver la costa de Australia, creyó que era una isla grande (le confundió la
forma redondeada del pico).
Visto lo cual, pasemos al segundo plano.
¡Oh, santo varón! ¿Dónde has encontrado esa maravilla? Deberías ser tú el heredero
de mi mayorazgo. Lo dibujó Diego de Prado (¡qué primoroso cartógrafo!). En el
recuadro pone que se trata de la ‘isla’ (ya lo habían constatado) de Espíritu
Santo (Vanuatu), que el pobre Quirós descubrió en abril de 1606, y que confundió con la tierra austral; indica
asimismo que esa bahía, a la que llamaron San Felipe y Santiago (los santos del
día), la costeó entera Torres poniendo nombre a los accidentes geográficos,
recogidos por Prado cuidadosamente y con una bella rosa de los vientos en el
centro. Dejó constancia de su autoría en la parte de abajo: “Planta perspectiva
por el capitán Diego de Prado”. Y la tira superior indica que se trata de una
‘gran’ bahía. Aparecen muchos detalles interesantes, como, por ejemplo, el
nombre de Quirós, el de Torres y el de Prado en algún punto geográfico, o la
costumbre de señalar el oeste con una W inglesa. Deléitense vuesas degeneradas mersedes
con este presioso exemplo del bien faser de aquellas gentes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario