domingo, 27 de diciembre de 2015

(126) - ¿Quiubo, cuate? Venga, rápido: copia resumida el acta de la fundación de Buenos Aires. Hacían bien las cosas aquellos “brutos”.
     - Pos como usted diga, patrón, aunque cada recorte le quita gracia:En el nombre de la Santísima Trinidad y de la gloriosísima Virgen Santa María, su madre, y de todos los santos, yo Juan García Garay, teniente de Gobernador y Capitán General en estas provincias del Río de la Plata: digo que,  en nombre del Rey don Felipe, nuestro señor, hoy sábado, día del señor San Bernabé, once días del mes de junio del año del nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo de mil y quinientos ochenta años, estando en este puerto de Santa María de Buenos Ayres, que es en la provincia del Río de la Plata, intitulada la Nueva Vizcaya, fundo en el dicho asiento e puerto una ciudad, la cual pueblo con los soldados y gente que al presente tengo, la yglesia de la cual pongo su advocacion de la Santísima Trinidad, y la dicha ciudad mando se intitule la ciudad de la Trinidad.  E porque conforme a derecho en las tales ciudades, allende de los gobernadores y justicias mayores, ha de haber alcaldes ordinarios para que hagan y administren justicia, y regidores para el gobierno y otros oficiales, y a mí como justicia mayor me compete el derecho de elegirlos; por tanto, acatando las calidades, habilidad y cristiandad de vos, Pedro Ortiz de Zárate, y de vos,  Gonzalo Martel de Guzman, vos señalo y nombro por tales alcaldes ordinarios; y ansimesmo, a vos Pedro de Quirós y Diego de Lavarrieta y Antonio Bermúdez y Luis Gaitán y Rodrigo de Ibarrola y Alonso de Escobar por Regidores desta dicha ciudad, a los cuales doy entero poder para que usen sus oficios conforme a las leyes y pragmáticas,  en tal manera que su majestad sea servido y esta ciudad y vecinos y conquistadores estantes e habitantes sean tenidos en justicia. E hago esta escritura ante el presente escribano y   testigos,  que fecho en el dicho dia mes y año susodicho: testigos, Antonio Tomás y Antón Higueral y Pedro Hernández y otras muchas personas e pobladores que estaban presentes. Con señalamiento de que si se hallare otro lugar que mejor sea, se pueda mudar esta dicha ciudad al tal sitio, con acuerdo de los Alcaldes y Regidores que en aquella sazón hubiese en esta dicha ciudad, y así lo dijo y declaró y mandó. Testigos, los dichos. Juan de Garay. Pedro de Jerez, Escribano público y de gobernación”. Habría mucho que comentar, pero digamos solo algo: el ilustre personaje se nos presenta como Juan “García” Garay; la zona la llamó Nueva Vizcaya su tío, el orduñés Juan Ortiz de Zárate;  la ciudad se fundó con el nombre de Trinidad, desplazado luego por el del puerto, Buenos Aires; es curioso el diferente estatus entre vecinos y “conquistadores”; el prudente Juan no garantizaba la permanencia de su fundación, que, sin embargo, resultó ser la semillita de una secuoya. Adío, caro Sancio.
     - Espera, amado hijo; sigamos en el balcón: tú y yo contemplando las lindas estrellas fugaces. Y saca ese coñac digno de reyes para celebrar el gran hito del nacimiento de Buenos Aires.


      Hace ya tiempo que la Diputación de Burgos puso este minimonumento del gran Juan de Garay en Villalba de Losa (Burgos). La miniplaca blanquecina fue un  regalo del Centro Burgalés de Buenos Aires con fecha de 1917. También pequeña, pero sin embargo digna y claramente afirmativa de la naturaleza burgalesa del fundador de Buenos Aires, es la lápida de bronce colocada en la iglesia del perdido  lugar por un representante de la República Argentina, nada menos que en 1892 (a duras penas encontraría el pueblo). 



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