domingo, 20 de diciembre de 2015

(120) - Pax tecum per semper, Felix Mainae, magnificus historiator.
     - Sicut est tibi perpetua in terra tua, Quantix. Me arrastra tu cachondeo, canónigo guasón. Nos lo pasamos “de cine”. Continúo con la carta de Juan de Matienzo.: “Y por que vea V. M. la disposición de la tierra, pongo aquí todas las jornadas que hay hasta Santiago del Estero, y de allí hasta la laguna de Quilohasas y fortaleza (fuerte) de Gaboto, y de allí a España”.
     - ¡Alto ahí, secre! Que se sepa que Sebastián Gaboto fue un navegante italiano que estuvo primero al servicio de los ingleses, pero después se pasó a nuestro equipo, y, más concretamente, a ¡mi equipo!, porque lo tuve de piloto primero en la Casa de la Contratación. Anche ío allora parlaba veramente come il Dante. Ese fuerte lo construyó el año 1527 subiendo por el Río de la Plata.
     - Escrito queda, jefe. Juan le explicaba al rey el recorrido de su propuesta de acceso para unir Perú con Buenos Aires, mencionando los puntos de enlace meticulosamente, y hasta se permitía indicar las distancias de cada tramo (las pasaré por alto). Recojo varios de los nombres que cita: “La primera jornada está saliendo desta Ciudad de la Plata (actual Sucre) a las Ventas de Quijada, al terrado que llaman Seisleguas. De allí, por el camino de Estopiñán, a un pueblo lliamado Chacabuco…”. La lista sigue: Cuesma (pueblo de indios), Ayavista, Calala (pueblo de indios huruquillas), Calcha, Vichacla (indios chichas), Ascande, Turqui, Palquisa, Talina, Moreta…Nombra otros muchos lugares y señala dónde hay “tambos” (antiguos puntos de posta de los incas) y casas de encomenderos. Dice que se pasa por la ciudad de Londres  (¿sería Gaboto quien la bautizó?) y que se llega a la ciudad de Cañete (nombre del virrey) “por la quebrada abajo donde salen muchos ríos y nace el Estero, que entra en el río de la Plata”. Revela que había tambos incas cada tres o cuatro leguas. Señala que del Estero al fuerte de Gaboto (ya en el río de la Plata) hay 70 leguas. “De la fortaleza de Gaboto al puerto de Buenos Aires, que es la boca del río de la Plata, hay muy poco camino. Navégase con bergantines grandes en diez o doce días. Y, de Buenos Aires a España, se va en treinta o cuarenta días a lo más largo, y se podrá V. M  informar de los que han ido a España desde el río de la Plata, que hay hartos”. Mañana veremos la habilidad de Juan para promocionar ante el rey su proyecto, que no solo se hizo realidad, sino que demostró  que tu ilustre “primo” no vendía humo. Chapeau.
     - Se me cae la baba, baby. ¡Qué honor para nuestra familia! ¡Cuánto le debe España a este solitario precursor! Y, por si fuera poco, lavó la memoria de los Matienzo con su honradez. Happy dreams, good son: me vuelvo a Quántix ronroneando de placer.



     Es asombroso, hijos míos. Mi “primo” Juan de Matienzo, como todos los genios, hizo comprender lo evidente: había que establecer una ruta que uniera Perú con Buenos Aires. Pero es que, además, su diseño definitivo resultó insuperable. Este planito corresponde a una vía actual, y se ajusta como un guante al trazado que metió en la dura cabeza del rey: llegar a Buenos Aires, viniendo desde Charcas, y pasando por Tucumán hasta enlazar con el río de la Plata. La bautizo ahorita mismo como “GRAN RUTA MATIENZO”.


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