lunes, 15 de febrero de 2016

(176) - Llegó la hora. Que el Señor nos coja confesados. Vas a resumir toda la crónica que hizo Sarmiento, y haces bien: te diste un palizón transcribiéndola y el documento tiene un gran valor. Adelante, pues.
     - Y además, querido preceptor, Sarmiento se lo merece más que nadie, porque a semejante fueradeserie la historia solo le ha pagado con olvido. Su larga comunicación (que no tiene desperdicio) se la mandó al rey en 1590, cuando quedó libre de su presidio en Francia. Se muestra “pelota” con el monarca (solo ante él agachaba la cabeza), y tan cristiano como furibundo antiprotestante,  agradeciéndole  “las inmensas mercedes que le ha hecho redimiéndole de la cautividad y poder de los infernales ministros del demonio, que son los heréticos de Gascuña (en realidad Felipe no hizo –y tardó años- más que pagar el rescate con los salarios que le debía)”. Le recuerda cómo le encargó ir al Estrecho de Magallanes para hacer dos poblaciones, genial idea de Sarmiento, para cortar así el paso a “los ladrones corsarios (como Drake) y predicar el santísimo Evangelio a los idólatras indios, que es lo que V. M. de principal intento pretende (peloteo), atrayéndoles a reconocimiento y vasallaje de V. M. por medios justísimos y santos (más peloteo)”. Dice que escribe ahora porque se perdió gran parte de los papeles que le mandó al rey desde Brasil, que alguien  destruyó, habiendo robado también los corsarios ingleses ciertas cartas “que yo hallé en poder del almirante de aquella tierra (nada menos que el corsario sir Walter Raleigh, al que conoció cuando le llevaron preso a Inglaterra)”. Hábilmente (o muy sinceramente), le dice al rey: “Manifiesto que en lo que aquí se dijere no se pretende detractar a ninguna persona, salvo solo dar cuenta a quien es obligación darla, lo cual  no es posible hacerse sin nombrar a personas que son los ministros de la obra”.  Le habían nombrado a Pedro gobernador del estrecho, pero quien tendría el mando supremo durante el viaje era Diego Flores Valdés. Fue, por tanto, a Sevilla para organizar toda la expedición. Primer encontronazo con Flores Valdés. Nos lo cuenta en tercera persona: (Viendo que se elegían naves frágiles) “lo procuraba evitar y dio aviso dello a V. M. Por lo cual Diego Flores tomó tanto odio a Pedro Sarmiento que lo mostraba contradiciéndole públicamente en todo, y especialmente impidiendo el pago que V. M. mandó que se hiciera a los soldados y marineros que con Sarmiento habían venido del Perú por el Estrecho”. Luego Diego se marchó de Sevilla sin dar explicaciones y Pedro tuvo que hacerse cargo de todo por orden del presidente de la Casa de Contratación, que “se quedó atónito, y dijo que, pues aquello hacía allí, tenía mal concepto de lo que haría durante el viaje”. Con su habitual sentido de la responsabilidad, preparó las cosas a conciencia, hasta “hizo las cartas de marear por su mano, y los demás útiles de navegación, trabajando cuanto pudo, de lo que V. M. mostró servirse”. Este fue el aperitivo del atracón de calamidades que le esperaba. Ciao, caro.



     A Francis Drake le hicieron este retrato en vida. Navegó desde los 13 años. Se dedicó al tráfico de esclavos negros, y se convirtió en un héroe nacional inglés (y en Sir) porque a la reina Isabel le gustaba el trabajo sucio de violar ridículamente las treguas con España utilizando el picoteo de los ataques piratas. Ya sabemos que fueron las andanzas de Drake por el Estrecho de Magallanes las que dieron origen a la expedición de Pedro Sarmiento. Dicen que este osado pirata fue el segundo que dio la vuelta al mundo; mentira podrida: solo tuvo el honor de ser el primer inglés que lo hizo cuando ya varios españoles habían repetido el viaje (como Urdaneta). Drake tomó parte en la batalla  contra la Armada Invencible española, y ganó; pero le pusieron al frente de la inmediata réplica de revancha inglesa, y fracasó estrepitosamente en nuestras costas. Pretendió instalar después una colonia en Panamá, y terminó el empeño en un nuevo desastre que le costó la vida (año 1596).



No hay comentarios:

Publicar un comentario