(165) - ¡Atento, secre!: esconde el coñac que vamos a entrar en
antena.
- Todo listo, jefe.
Cambio de rumbo en la tertulia. Empecemos con un comentario sobre los lemas de
los escudos, verdaderos haikus llenos de grandeza, poesía y solemnes palabras,
unas veces sabias, y otras, más falsas que Judas. Buen lema el del tuyo: “BIEN
VIVIR Y MEJOR MORIR”, por ti mal cumplido pero intentado.
- O el que yo puse en
tu blasón cuando te nombré Prince of Maina: “MEJOR SOPORTAR A UN TONTO QUE
SERLO”. Pero el que acertó de lleno fue
Carlos V cuando, vuelto Colón de su fructífera locura, incorporó al escudo
español dos palabritas: “PLUS ULTRA”. Y además, eso debería estar en el emblema
de la humanidad entera, si algún día se crea, porque, para bien o para mal, el
hombre siempre ha ido a buscar lo que hay más allá, sin saber qué va a encontrar.
- Chapeau para el
genovés, docto abad, que llevaba bajo su mando un equipo ibérico de complicado
pelaje. Toca, pues, hablar del siguiente territorio prohibido, la exploración
del Pacífico (qué optimismo ponerle ese nombre). También hubo que romper otro
“non plus ultra”, y se consiguió empezar a surcar esas amenazantes aguas en
1520. Fue una repetición de la histórica jugada de Colón y con parecidos
potagonistas.
- Grandiosa empresa, ilustre cronista, llevada
a cabo por una aguerrida tropa de navegantes y soldados, lo mejor y lo peor de
cada casa, formando una piña, y alegres de estar a las órdenes de un portugués.
Esas dos gloriosas veces el pequeño paso de unos hombres fue un gran salto para
la Humanidad. El resto de la aventura de Magallanes ya la conocemos a grandes
rasgos. Comenta algo más.
- Un placer, Sancho.
Muerto trágicamente el capitán luso, siguieron los demás adelante. Tras mil
contrariedades y de común acuerdo, Elcano continuó viaje hasta completar la
vuelta al mundo, mientras la nao Trinidad, al mando de Gonzalo Gómez de
Espinosa, puso rumbo de vuelta hacia las costas mexicanas, fracasando en el
empeño. Colón encontró su “tornaviaje”, pero los del Pacífico, no, aunque
estuvieron cerca de dar con la solución. Gonzalo había nacido en Espinosa de
los Monteros hacia 1480; en este glorioso viaje fue uno de los más fieles
colaboradores de Magallanes, testigo incluso de su muerte en lucha con los
nativos. No pudiendo acertar con el tornaviaje, dieron la vuelta después de
casi dos meses de pesadilla, con la mala fortuna de ser apresados por los
portugueses, y sufriendo Gonzalo cuatro años de dura cárcel en sus manos. Luego
lo trasladaron a Lisboa (siendo así otro de los primeros que dieron la vuelta
al globo), y Carlos V lo liberó mediante rescate, endulzando los pocos años que
le quedaban de vida con una buena pensión. Gran tipo el espinosiego.
- Y poco conocido.
Seguiremos buscando el tornaviaje. Ciao, baby.
Ya estaba preparado yo para anatematizar a alguien
porque parecía que a Espinosa de los Monteros le habían birlado otro de sus
hijos históricos. Solo has visto un recuerdo de Gonzalo Gómez de Espinosa, y
está en el rótulo de una calle de ¡Villanueva de Puerta!, una pedanía de
Villadiego. Pero, divino plumífero, lo has aclarado: todas mis bendiciones para
los vecinos de ese pueblo porque le han dedicado tan entrañable homenaje, no
por haber nacido en su localidad, sino por el simple hecho de ser un personaje ilustre
tan burgalés como ellos. Es de agradecer.
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