viernes, 18 de marzo de 2022

(1674) La trágica muerte del gobernador García de Loyola llenó de euforia a los mapuches y de angustia a los españoles. Le sustituyó el anciano, pero animoso, Pedro de Viscarra, quien de inmediato envió a Luis Jufré a Perú en busca de refuerzos.

 

     (1274) Muerto el gobernador Martín García Óñez de Loyola, y dado el caos social producido por los temibles mapuches, era de suma urgencia nombrar un sustituto, y hacerlo en Chile, a la espera de que se diera la conformidad desde España, o fuera escogido allí otro candidato como gobernador oficial. Así que nadie se opuso a que, para salir del atasco, cogiera el mando supremo el veterano Pedro de Viscarra, para lo que, sin duda, tuvo que echarle mucho valor: "Todos los esfuerzos del gobernador interino, y todo el apoyo que le prestó el Cabildo, produjeron un resultado muy poco consolador. La ciudad de Santiago había enviado a la guerra dos meses atrás una columna de sesenta soldados. Ahora puso sobre las armas otros setenta hombres, a los cuales proveyó con las pocas municiones que se pudieron reunir. En los primeros días de enero de 1599, partía para el sur el capitán Alonso Cid Maldonado con una parte de esas tropas, mientras el resto se preparaba para salir de campaña con el mismo Viscarra. Comprendiendo perfectamente que esos socorros eran del todo insuficientes para sostener la dominación española, el Cabildo y el gobernador interino acordaron despachar inmediatamente a Lima al capitán Luis Jufré para que diese cuenta al Virrey de los últimos desastres de la colonia, y le pidiese firmemente (por enésima vez) los auxilios indispensables con que continuar la guerra. Mientras tanto, cada día llegaban a Santiago noticias más alarmantes. Se decía que la insurrección de los indígenas se hacía general y formidable, y que todas las ciudades del sur corrían peligro de desaparecer si no eran oportunamente socorridas. Viscarra tomó apresuradamente sus últimas medidas. Dio al capitán Gaspar de la Barrera el cargo de corregidor  de Santiago, con el mando militar de la ciudad, y al licenciado Francisco Pastene el de teniente de gobernador. Por fin, el 12 de enero de 1599 se ponía él mismo en marcha para Concepción al frente de las pocas tropas de que podía disponer".

     La rabia de los  multitudinarios mapuches iba a desparramarse mortíferamente como la lava de un volcán: "Las ayudas que llevaba el Gobernador eran totalmente insuficientes para poner remedio a la situación creada por el desastre de Curalava. Los indios de Purén, conscientes de la importancia de su victoria, contagiaron su entusiasmo a todas las tribus próximas, y por todas partes se avivaba la insurrección. Los españoles, por su parte, se veían forzados a encerrarse en las ciudades y fortines, lo cual alentaba a los indios, haciéndoles comprender el miedo que reinaba entre sus opresores. Parece ser que los escasos refuerzos enviados del Perú desmoralizaban al ejército de Chile, ya que, entre los llegados, había numerosos soldados que huían sin pelear. Sin embargo, los indios abandonaron las fiestas y borracheras con que solían celebrar sus triunfos, continuaron sus ataques en los alrededores de Angol, sobre todo en el fuerte de Longotoro,  y en un corto combate, dieron muerte al jefe de la guarnición y a uno de sus soldados. El capitán Vallejo, que salió de Angol en socorro de ese fuerte, salvó a sus defensores de una muerte segura, pero, convencido de que no podría resistir  los nuevos ataques de los indios, ordenó que fuera abandonado".

 

     (Imagen) Confiando en la notable personalidad de LUIS JUFRÉ DE LOAYSA Y MENESES, Pedro de Viscarra, el gobernador interino de Chile, lo envió a Perú para pedir, una vez más y con verdadera angustia, soldados de refuerzo para luchar contra los mapuches. Luis era digno hijo de su padre, el gran Juan Jufré, quien, entre otros grandes méritos, fundó, como ya vimos, la ciudad de San Juan de la Frontera, en territorio argentino. Luis vino al mundo el año 1566 en Santiago de Chile y era criollo (siendo el menor de ocho hermanos), por ser su padre español, y su madre, doña Constanza Aguirre de Meneses, nacida en Talavera de la Reina (era hija de Francisco de Aguirre, temporal gobernador de Chile, y del que ya hablamos extensamente). Luis se había casado con Francisca Ortiz de Gaete, sin duda pariente cercana de la trágica y paciente Marina Ortiz de Gaete, viuda (y, sin saberlo, desde que se casó, pues no volvió a ver a su marido) del desafortunado Pedro de Valdivia. Hablemos del mejor recuerdo que dejó LUlS JUFRÉ, pues nos servirá de ejemplo de cómo muchas poblaciones de América se sienten orgullosas  de los españoles que las fundaron y continúan mostrando su agradecimiento, como vemos en la imagen. El municipio de Medina de Rioseco (Valladolid),el año 2018, publicó la siguiente reseña:  "El 25 de agosto de 1594 Luis Jufré, hijo de Juan Jufré, natural de Medina de Rioseco, fundó en Argentina San Luis de Loyola Nueva Medina de Rioseco. Este 23 de agosto, 424 años después, el alcalde de Medina de Rioseco, David Esteban, ha recibido las llaves de la ciudad en Argentina, de parte de su intendente, Enrique Ponce, abriendo con ellas la puerta de la historia común que comparten ambas villas. 'Los puntanos (gentilicio de San Luis de Loyola Nueva Medina de Rioseco) tienen las puertas abiertas de su 'civitas mater', como ellos dicen, y los riosecanos lo mismo de la de San Luis', ha señalado Esteban en declaraciones a Noticias Castilla y León". LUIS JUFRÉ DE LOAYSA Y MENESES tuvo la oportunidad de fundarla porque el gobernador de Chile, Martín García Óñez de Loyola (a quien acabamos de ver morir), lo envió como teniente suyo a la región, hoy día argentina, de Cuyo, donde su padre ya había fundado la ciudad de San Juan de la Frontera. La que él estableció es conocida como San Luis, cuenta actualmente con unos 300.000 habitantes, y tenía el valor estratégico de ser una paso directo hacia Buenos Aires. Veamos por qué fue 'bautizada' con un largo nombre: "San Luis (el santo de su nombre) de Loyola (el apellido del gobernador) Nueva Medina de Rioseco (en memoria de su padre)". LUIS JUFRÉ murió en Santiago de Chile el año 1611.




No hay comentarios:

Publicar un comentario