lunes, 27 de septiembre de 2021

(1532) Pedro de Valdivia fundó la ciudad a la que le puso su mismo nombre, Valdivia. Después deshizo el falso rumor de que Villagra quería atentar contra él. La que luego se convirtió en su viuda, Marina Ortiz de Gaete, fue una desafortunada y valerosa mujer.

 

     (1122) Tras dos días de recorrido, Jerónimo de Alderete volvió de su exploración con la noticia de que las tierras eran buenas y estaban muy pobladas. Valdivia se alegró mucho, y se puso en marcha con la intención de establecer una población, que era su gran deseo. Encontraron un río grande, y muy ensanchado en su desembocadura, por temporales de agua y porque allí se unían otros ríos: "Se detuvo en su ribera el día de la Pascua de Navidad, y desde allí envió a Alderete con treinta soldados para que viesen la disposición de la tierra río abajo. Llegó a un valle grande cercado entre dos ríos, por lo que no pudo pasar adelante. Desde allí se volvió, y Valdivia, al recibir la información, partió enseguida con su tropa. Llegado a aquel valle, que se llamaba Guadalauquén, mandó hacer balsas para pasar a la otra orilla. En la otra ribera halló un asiento muy a propósito para poblar una ciudad, y, desde allí mandó a algunos hombres que fuesen en canoas el río abajo hasta la boca de la mar, y viesen si era buena para puerto de navíos. Como cuatro días  después volvieron diciendo que tenía un puerto muy bueno. Por lo cual, Valdivia pobló en aquel mismo lugar donde estaba, y le puso por nombre ciudad de Valdivia. Está situada a treinta y nueve grados y medio (latitud  Sur), y la llamó así para que quedase  memoria de él, imitando  a los antiguos, que tenían aquella costumbre cuando alguna ciudad poblaban (la ciudad se fundó en 1552, a Pedro de Valdivia lo mataron salvajemente un año después, y la ciudad sigue llamándose igual, contando con 170.000 habitantes). Luego mandó alzar un árbol de justicia (la llamada 'picota'), nombró por alcaldes (solían ser dos) que la administrasen a Francisco de Godoy, natural de Córdoba, y a Nieto de Gaete, natural de Zalamea (Badajoz). Dio solares en los que hiciesen casas los que allí habían de ser vecinos, y envió a Alderete con cincuenta soldados a explorar más tierras,  pero no le acompañó porque tuvo noticia de  que Villagra estaba en el valle de Marequina, a ocho leguas de la ciudad de Valdivia que acababa de poblar".

     Valdivia quedó a la espera del capitán que se acercaba: "Villagra llegó enseguida con ciento treinta soldados, muchos de ellos hidalgos y muy nobles. El capitán Alderete llegó al mismo tiempo con buenas noticias sobre las tierras que había visto. Valdivia mandó que se prepararan ciento cincuenta soldados para irlas a ver, y, porque envió a Alderete a poblar una ciudad en el valle de los Puelches, que es donde, según decían, había minas de plata, llevó consigo a Villagra. En este tiempo, algunos soldados quisieron revolver a Valdivia contra Villagra, diciendo que tenía determinado matarlo. Los que así hablaban estaban disgustados con Villagra desde que anduvieron con él, y querían sacar, como se suele decir, la culebra con mano ajena. Pero de Valdivia, despreciándolo todo con mucho valor y sagacidad, lo habló con el mismo Villagra, quedando conformes y amigos. Además le dio una encomienda de más de treinta mil indios,  a diez leguas de la ciudad Imperial. Y, dejando en Valdivia como teniente suyo al licenciado Altamirano, hombre principal, natural de Huete (Cuenca), se fue a ver lo que Alderete había descubierto".

 

     (Imagen) Para aclarar algunos asuntos confusos, dedicaré esta imagen a tres personas, dos de ellas, recién mencionadas. Valdivia, al fundar en Chile la ciudad que lleva su mismo nombre, escogió dos alcaldes. Uno de ellos fue FRANCISCO DE GODOY, natural de Córdoba, del que no he conseguido ninguna otra información, pero sirva la referencia para que no sea confundido con un homónimo suyo muy valioso y sensato, nacido en Cáceres, del que ya hablamos hace mucho tiempo. El otro alcalde era DIEGO ORTIZ NIETO DE GAETE. Fue conquistador de larga vida, para variar (murió con 82 años). Nació el año 1510 en Zalamea de la Serena (Badajoz), lo que explica  que se convirtiera en cuñado de Pedro de Valdivia, nacido en la cercana Villanueva de la Serena (a 38 km). Parece ser que Diego ya andaba por Nicaragua el año 1535. Luego pasó a Perú, e hizo un viaje a España, donde se casó el año 1541. Vuelto a las Indias, luchó junto a Pedro de Valdivia contra Gonzalo Pizarro, y, tras su derrota y muerte, se fueron juntos los dos a Chile. Diego llegó a ser allí regidor, alcalde, teniente de gobernador, corregidor de Osorno y Alcalde de Valdivia. El año 1553 viajó a España en compañía de Jerónimo de Alderete, con varios encargos de Valdivia. Diego Ortiz volvió a las Indias en 1555, en compañía de su familia, y cumpliendo una misión muy importante. La de regresar trayendo a su hermana, la mujer de Valdivia, que era MARINA ORTIZ DE GAETE. A Pedro de Valdivia, para hacerle gobernador, Pedro de la Gasca lo obligó a regularizar su situación, abandonando a su amante, la gran INÉS SUÁREZ, y teniendo en el hogar a su verdadera esposa. Cuando llegaron a Panamá, la entusiasmada Marina Ortiz recibió un golpe kafkiano de la diosa fortuna: Pedro de Valdivia, aquel marido con el que apenas convivió  un mes, había muerto, y de forma espantosa. Se quedó viuda de repente, pero como si lo fuera desde el día  en que se casaron, hacía veintisiete años. Nadie sabe a qué se debió ese cruel distanciamiento de Valdivia, pero Marina Ortiz de Gaete demostró entonces que era una mujer de gran fortaleza moral. Llegó a Chile, hizo frente a las deudas militares que había dejado su marido, y le envió incansables peticiones de ayuda a Carlos V, logrando una pensión vitalicia en 1589, que le duró poco, pues murió en 1592 (como su hermano Diego), teniendo entonces 83 años. Fue enterrada en la iglesia de San Francisco (Santiago de Chile), donde solía rezar (y no es de extrañar) a la Virgen de la Soledad.




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