domingo, 19 de septiembre de 2021

(1525) Gran victoria de Pedro de Valdivia y sus hombres frente a los indios junto al río Biobío. En ella mostraron su valor dos grandes amigos: Juan Godínez y Francisco de Riberos.

 

     (1115) Pasaría un tiempo hasta que el gran capitán se hubiese recuperado: "Estando ya Valdivia sano de la pierna que se había quebrado, salió de Santiago con 170 hombres, y llegó al río de Biobío, teniendo con los naturales muchos enfrentamientos, y los desbarató muchas veces. Yendo caminando un tambor que llevaba en su tropa, se apartó para apresar algún ganado, pero le atacaron unos indios emboscados, y,  antes de que pudiese ser socorrido, lo mataron. Los indios en este tiempo no se descuidaban, sino que sabían por dónde andaban los españoles, y, así, conociendo dónde habían hecho alto, determinaron pelear con ellos, creyendo que, de noche, se turbarían los caballos, y que, a los soldados, los tomarían en las camas. Cuando llegaron donde los cristianos, los centinelas tocaron alarma y se fueron hacia el campamento, porque los indios iban sobre ellos con gran número de flechas que llovían como granizo, y con muchas lanzas, macanas grandes y porras tan largas como las macanas. Los cristianos, que, precavidos, estaban armados y muy en orden, se juntaron rápidamente. Como los indios avanzaron tanto, resultó una hermosa batalla nocturna. Ellos tocaban un cuerno (con el que sabían lo que habían de hacer), y sus capitanes los animaban a gritos. Por parte de los cristianos, era brava cosa oír el estruendo de los caballos, el gran sonido de las trompetas y las voces que Valdivia les daba animándolos a que atacasen a los indios. Andaban los indios tan bien ordenados, que no podían los españoles entrar en ellos, porque en llegando los caballos, aunque los llevaban bien protegidos, les daban con las porras tales golpes en las cabezas, que los hacían retroceder empinándose, sin que los pudiesen hacer volver hacia los indios. Pedro de Valdivia peleaba bien protegido con un coselete de infante (coraza de cuero) y su caballo con buenas cubiertas, pero no pudo hacer que los indios se retirasen. Viendo que se perdían, y para animar a los que peleaban a pie, mandó que se apeasen de los caballos algunos hombres principales. Así lo hicieron Francisco de Riberos, Juan Godínez y Gregorio de Castañeda, hombres valientes y conocidos. Viéndolos a estos, se apearon otros muchos con sus lanzas y adargas, y algunos con arcabuces. Mandando, además, Valdivia que acometiesen a los indios treinta soldados por las espaldas, los apretaron de tal manera, que, viéndose los indios cercados por todas partes y el ánimo de los cristianos en crecimiento, así como que les faltaba munición de flechas, y que eran muchos que ya habían muerto, desmayaron en tal manera, que, volviendo las espaldas, comenzaron a huir por todas partes. Luego unos trescientos yanaconas de Santiago (criados indios) que Valdivia tenía consigo para servicio del campamento, y que, por orden suya, habían estado quietos, viendo que los indios iban desbaratados, fueron matando con grandísima crueldad a cuantos hallaban. Murieron en esta batalla más de tres mil indios, y, de los cristianos, solamente uno, al que un soldado, tirando a los enemigos, como era de noche, le dio un arcabuzazo por las espaldas del que murió. Fue  su mucha estatura lo que lo mató, porque recibió la herida en lo que sobraba de los hombros para arriba. De todos los demás españoles, capitanes y soldados, no quedó ninguno que no saliese herido; de condición que, si otra batalla les dieran, los desbarataran, según quedaron de temerosos y maltratados ellos y los caballos.

 

     (Imagen) Valdivia vio la conveniencia de que se apearan los jinetes para pelear contra los indios, y quienes lo hicieron de inmediato, echándole mucho valor y dando ejemplo, fueron los capitanes Juan Godínez, Francisco de Riberos y Gregorio de Castañeda. Hablemos de los dos primeros, y dejaremos a Castañeda para la próxima imagen. JUAN GODÍNEZ nació en Úbeda (Jaén) en 1517. Llegó a las Indias en 1530 y formó parte de los primeros españoles que hicieron campaña en Chile  (bajo el mando de Diego de Almagro, año 1536). Al  volver a Perú, se decantó por el bando de los pizarristas, y participó en dos campañas de exploración, la de Pedro de Candía, que resultó durísima y acabó en fracaso, y, en 1539, la de Diego de Rojas (con dirección a Paraguay), regresando la tropa sin encontrar lo que buscaban, pero descubriendo amplios territorios. Fue a su vuelta, en 1540, cuando Godínez (como hemos visto) se puso al servicio de Pedro de Valdivia para ir a Chile, donde en 1556 y 1557 tuvo una importante participación en las batallas contra el gran cacique araucano Lautaro, el cual, finalmente, murió derrotado. Entonces se casó con Catalina de la Cueva, tuvieron ocho hijos, y JUAN GODÍNEZ murió en Santiago de Chile el año 1571 (en 1572, como se ve en la imagen, su mujer y sus hijos presentaron sus méritos). Veamos algunos datos de su compañero FRANCISCO DE RIBEROS. Nació en 1521 en la madrileña Torrejón de Velasco (allí murió encarcelado Nuño de Guzmán, quien tantas brutalidades hizo por tierras mexicanas). Hijo de familia noble, fue paje del conde Juan Arias Dávila. En 1534 partió hacia las Indias en la armada del gobernador Rodrigo de Contreras (a quien, como vimos, dos hijos le resultaron rebeldes contra la Corona). Luego, Francisco de Riberos coincidió con Juan Godínez en sus aventuras con Pedro de Candía, Diego de Rojas y Pedro de Valdivia. Estuvieron ambos en la fundación de Santiago de Chile, y, después en la batallas contra los araucanos. Esa vida paralela de luchas, derrotas y victorias en común, tuvo que cimentar una sólida amistad entre los dos. El prestigio de Riberos debió de ser muy grande, porque, cuando murió Pedro de Valdivia, fue enviado a Perú para ayudar a resolver el conflicto entre los pretendientes a ocupar su puesto. FRANCISCO DE RIBEROS tuvo numerosa descendencia con su mujer, Teresa Suárez de Figueroa, y murió en Santiago de Chile el año 1580. Gracias al cronista Marmolejo, seguiremos viendo en acción a Godínez y a su inseparable amigo Riberos.




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