(Imagen) El cronista Gonzalo de Góngora
Marmolejo nos cuenta de forma concisa los comienzos de la llegada de los
españoles a Chile (época inicial que él no conoció personalmente). Diego de
Almagro quedó decepcionado: "Viendo la pobreza de los indios, y que, a
diferencia del Perú, allí no había oro ni plata, acordó volverse, pero no por
el camino que habían venido, sino por el despoblado de Copiapó, para no volver
a pasar la Cordillera Nevada, donde tan mal les había ido. Aunque con mucho
trabajo, después de haber pasado el desierto y llegados a Atacama, fueron al
Cuzco, habiendo andado de ida y vuelta más de mil leguas (5.500 km). Luego
hubo discordias entre Diego de Almagro y Francisco Pizarro sobre el reparto del
Perú, y llegó a tanto, que los amigos de Pizarro mataron a Almagro. Entre los
que más participaron en el conflicto, estaba Pedro de Valdivia, a quien
Francisco Pizarro había nombrado maestre de campo, por ser de su tierra extremeña,
y por tener práctica de guerra, la cual había adquirido en tiempos del marqués
de Pescara con motivo de las diferencias que se tuvo con el rey Francisco de
Francia sobre el Estado de Milán. Y así, sosegadas las discordias del Perú, Pedro
de Valdivia, como hombre que tenía pensamientos grandes, viendo la oportunidad
de lograr su pretensión por considerar que Francisco Pizarro estaba en deuda
con él debido a sus servicios, le pidió que, en nombre suyo, le enviase como capitán con gente para poblar
la tierra de Chile. Confiaba, además, en que, puesto en ella, cualquiera que viniese
al Perú con poder suficiente le otorgaría el gobierno de aquel reino, o en que,
en el peor de los casos, lo podría negociar con Su Majestad. Francisco Pizarro,
queriéndole agradecer lo que había servido en el Perú, y pensando que lo que le
pedía no era cosa que pudiera perjudicarle, sino que, al contrario, acrecentaría
su imperio, le respondió que le alegraba poder contentarlo en todo lo que
quisiese. Y le encargó que, como capitán suyo, juntase gente y partiera cuando
quisiese". Así empezó la verdadera conquista, y recordemos que, años
después, Valdivia volvió de Chile a Perú para participar en las guerras
civiles, pero, sobre todo, para que Pedro de la Gasca lo confirmara como
gobernador de aquel territorio. Y lo consiguió astutamente, pero tras superar
un incidente, como ya vimos. La imagen muestra, subrayados en rojo, los
territorios chilenos que ha mencionado Marmolejo en el texto previo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario