martes, 3 de mayo de 2016

(Día 254) SU VUELTA A CUBA FUE UN ACONTECIMIENTO del que se habló “hasta en CASTILLA”, pero muere el jefe de la flota, HERNÁNDEZ DE CÓRDOBA, y el gobernador VELÁZQUEZ les roba protagonismo. BERNAL hace un comentario sobre BARTOLOMÉ DE LAS CASAS.

(6) -Aleluya, pequeñín: lograron volver a Cuba, y desde el Puerto de Carenas (adonde se trasladaría La Habana), escribieron rápidamente al gobernador Velázquez, que residía en Santiago.
     -Pero hubo secuelas, reve: “Nuestro capitán Francisco Hernández, se fue a Sancti Spiritus, donde era vecino; y como iba mal herido, murió dende a diez días; y en la Habana, otros tres soldados que llegaron heridos”. Las noticias fueron un acontecimiento (dice que las “soblimaron”) en todas las islas; “así  en Sto. Domingo y en Jamaica y aún en Castilla, hobo gran fama dello; y como vieron los ídolos, decían que eran de los judíos que desterraron Tito y Vespasiano de Jerusalén, que los echaron en ciertos navíos y habían aportado a aquellas tierras (se oye la carcajada de Bernal)”. El gobernador, con ojillos libidinosos, abrasaba a preguntas a los dos indios, Melchorejo y Julianillo (utilizaban mucho los diminutivos paternalistas con los indígenas), para saber qué riquezas había en sus tierras, y lo contentaban con diplomáticas trolas: “no le decían verdad, porque está claro que en todo Yucatán no hay minas de oro ni de plata”. Como nadie es más didáctico que Bernal, nos explica el nombre de Yucatán: dice que se lo pusieron los españoles por darse la yuca en aquella zona, pero “en lengua de indios no se llama ansí”. Tu turno.
     -Grazie tante, caro. Lamenta Bernal que todos los soldados volvieron pobres. Luego se queja de que el gobernador Velázquez escribió a la Corte dándose todo el mérito de la expedición, y añade que (ay, Dios mío, cuánta razón tendría) mi “padrino”, el obispo Fonseca, le mandó una carta al rey “dando mucho favor al Diego Velázquez, y no hizo memoria de nosotros, que hicimos el descubrimiento”. Tras curar sus heridas, se puso de acuerdo con otros tres compañeros para ir a Trinidad con un comerciante llamado Pedro de Ávila (Bernalito es un listín telefónico), que tenía una canoa con indios remeros, pagándole 10 pesos de oro. Tras 8 días de viaje, tormenta al canto, y la canoa a pique. “Quedamos descalabrados, y desnudos en carnes para poder mejor nadar. Y quiso Dios que, tras caminar dos días, llegamos a un pueblo de indios, el cual era en aquella sazón del padre Fray Bartolomé de las Casas (en su relato, brotan como hongos los grandes de Indias), clérigo presbítero, al que después conocí fraile dominico y obispo de Chiapas”.
     -Y, como vemos, Bernal todo el tiempo jugando a la ruleta rusa, my dear priest.  

     -Ciertamente: es una historia vivida de forma continua al borde del abismo. Vamos a puntualizar un pelín el comentario que hace Bernal sobre Bartolomé de las Casas. Dice con mucha propiedad que llegó a un  pueblo llamado Yaguaramas (así sigue), pero, para esas fechas, 1517/1518, Bartolomé ya había renunciado a la encomienda de indios que tenía allí (quizá la equivocación venga de que todavía no fuera un hecho público). Bernal hablará mucho de él a lo largo de su libro, y siempre tachándolo de exagerado (y lo era), pero también influía el hecho de que a todos los “conquistadores” les resultaba imposible aceptar una eliminación total de la utilización de los indios, como exigía las Casas. Terminemos con unos apuntes de los inicios de Bartolomé en Indias. Al principio fue un clérigo vividor, y se hizo rico pronto con las encomiendas; pero un sermón apocalíptico del dominico Montesinos, le sacudió tanto los hondones de su alma, que abandonó de inmediato la frivolidad de su vida clerical, y se hizo más montesinista que el incendiario predicador. El resto de su vida fue “Bartolomé contra el mundo”: exagerado, peleón, intransigente, genial, prodigioso escritor, hiperactivo… y, para mayor incordio general, muy longevo. El caso es que, gracias a él, la situación de los indios mejoró sustancialmente, y las leyes se humanizaron. ¿Habría en aquel tiempo algún otro país capaz de hacerle caso? Vean su merecida estatua en Gautemala.

No hay comentarios:

Publicar un comentario