(1470) Va a ser necesario que, a pesar de
lo sugerido anteriormente, me decida por dejar de lado al cronista Lucas
Fernández de Piedrahita, ya que resulta excesivamente extensa y difícil de
resumir su publicación. Creo que será más razonable recurrir a otro cronista del
que también se sirvió Piedrahita, asimismo clérigo (franciscano), llamado FRAY PEDRO SIMÓN. Le puso a su obra
el nombre de “Noticias historiales de las conquistas de Tierra Firme en las
Indias Occidentales” (recordemos que ‘tierra firme’ significaba ‘tierra
continental’, no insular). Tan largo título se debe a que su proyecto fue,
inicialmente, demasiado ambicioso, pero más tarde decidió limitarse a escribir
sobre la conquista de Venezuela y Colombia. Es habitual llamar a su obra,
simplemente, ‘Noticias historiales’. Me anima también a apoyarme en su texto el
que sea considerado como un cronista con criterio imparcial y fiel a los
hechos. Hay, sobre él, pocos datos previos a su llegada a las Indias, donde
destacó por el prestigio que tuvo en sus cargos religiosos y en nivel cultural.
Nació en San Lorenzo de la Parrilla (Cuenca) el año 1574, y murió en Ubaté
(Colombia) hacia el 1628. Fray Pedro llegó al Nuevo Reino de Granada en 1604,
encargado de organizar la formación de quienes aspiraban a ser franciscanos,
misión que le fue confiada por haber ejercido como valioso profesor en España
durante, al menos, cuatro años. En Colombia, además de ejercer su puesto de
catedrático y de destacar como notable orador, ocupó distintos cargos
oficiales, como los de definidor provincial, guardián del convento de San
Francisco en Bogotá y visitador de la Provincia Franciscana de Venezuela, cuya
jurisdicción abarcaba las islas de Santo Domingo y Puerto Rico. Al servicio de
sus responsabilidades como máxima autoridad en su orden, viajó por muchos
lugares de Colombia y Venezuela. Una de sus campañas más comprometidas fue la
que tuvo lugar el año 1608, formando parte de la comitiva que acompañaba a Juan
de Borja, presidente de la Real Audiencia, en una expedición guerrera contra
los indígenas pijaos, hechos de los cuales dejó un detallado relato en sus
crónicas. Como ocurrió con muchos cronistas, su obra se fue publicando a
trozos, y con un retraso muy grande. El primer intento de editarla completa
tuvo lugar en 1819, pero no se llevó a cabo. Fue el impresor bogotano Medardo
Rivas quien logró hacerlo, tras diez años de dedicación, en 1892. El final de
la vida de FRAY PEDRO SIMÓN sucedió en el convento de San Diego de Ubaté
(Colombia), adonde había sido destinado al cesar como superior de la orden.
Tuvo que ocurrir entre los años 1626 y 1628, ya que, en un documento del 7 de
mayo de este último, se escribió, haciéndose referencia a él, “que sea en
gloria”.
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