lunes, 14 de noviembre de 2022

(1880) En su meteórica carrera militar, Pedro de Ursúa logró, entre otros éxitos notables, fundar en Colombia la ciudad de Pamplona. Pero morirá con 35 años en el fracaso de un sueño, el de El Dorado.

 

     (1480) Los mitos sobre la existencia de fabulosos tesoros tenían tal atractivo, que se repetían los intentos a pesar de los fracasos. El río Amazonas fue en ese sentido el origen de trágicas experiencias. Hacía ya años que Gonzalo Pizarro volvió destrozado por aquella devoradora naturaleza, y se encontró a la vuelta con que habían asesinado a su hermano Francisco Pizarro. También fue un fiasco un viaje posterior de Hernán Pérez de Quesada, hermano de Gonzalo Jiménez de Quesada. Lo había intentado en compañía de Lope Montalvo, y cuando este preparaba otro viaje, le quitó el mando Pedro de Ursúa, recién nombrado Gobernador por su tío, Díaz de Armendáriz. También Ursúa tenía la intención de aventurarse por el Amazonas, pero había otros planes prioritarios. (Años después, consiguió ir al mando de una tropa numerosa descendiendo por el Amazonas, pero llevaba consigo un demonio que le quitó la vida: Lope de Aguirre). Desechada, pues, ahora, la expedición del río Amazonas, Pedro de Ursúa utilizó sus energías y su valor para otra campaña. Con la conformidad de Armendáriz, su tío, se preparó para ir de conquista hacia el territorio de las Sierras Nevadas (cordillera oriental de Los Andes Colombianos), de las que se tenían prometedoras noticias sobre la existencia de oro en sus ríos, lo cual había sido confirmado después por el Teniente Ortún Velasco. Ya avanzado el año 1548, partieron para esa campaña los dos juntos, Pedro de Ursúa y Ortún Velasco. Nos dice el cronista: “Habiendo pasado el río de Sogamoso, se separaron Ortún Velasco y Ursúa para territorios distintos, tocándoles parecidos sufrimientos por el clima y por los ataques de los indios. Luego se juntaron todos donde los indios chitareros, se comunicaron ambos el número de indios que habían conseguido someter, vieron que eran suficientes para que sustentaran un pueblo de españoles que los fueran reduciendo a la fe católica y a la obediencia de su Rey de Castilla, y se determinó que, en un valle al que llamaron del Espíritu Santo, coronado de altas sierras, llano y de buenas aguas, se poblase allí una ciudad. Así se hizo, y Pedro de Ursúa, que era quien mandaba en todo el ejército, le puso a la ciudad el nombre de Pamplona, en homenaje a la otra ciudad de Pamplona de Navarra, por estar junto al pueblo en el que nació Ursúa. La nueva ciudad se encuentra a sesenta leguas de la de Santa Fe de Bogotá, y se fundó el día primero de noviembre del año 1549. Pedro de Ursúa nombró de inmediato los 2 alcaldes y los 9 regidores preceptivos. Dividió el terreno en 132 solares para repartirlos entre 136 vecinos, los primeros pobladores de esta ciudad, que sigue permaneciendo en el mismo sitio desde que se fundó”. Eso dice fray Pedro hacia el año 1620. Lo que no sabía es que continúa muy vigorosa y en el mismo sitio.




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