(1352) Sigamos con la flota de Jorge
Spilberg y sus hombres, a los que el historiador Diego Barros trata con
excesivo respeto, como si fueran simples enemigos de los españoles, evitando
llamarles piratas, bucaneros o corsarios. Parece olvidar que, en el mejor de
los casos, eran unos enemigos practicando la guerra sucia. Habían conseguido ya
atravesar el Estrecho de Magallanes: "El 25 de mayo de 1615 fondearon
frente a la isla de la Mocha. Spilberg bajó a tierra con un buen destacamento,
entró en tratos con los indios que poblaban la isla, y a cambio de las
mercaderías que les ofrecía, obtuvo una abundante provisión de víveres. 'A
mediodía, dice el cronista holandés, el Almirante volvió a bordo con provisiones
y con el cacique de la isla y su hijo. Les mostró la nave y los cañones,
haciéndoles entender que el objeto de este viaje era combatir a los españoles,
por lo cual los indios mostraron su alegría'. En la mañana del 28 de mayo, Spilberg
se hizo a la vela, y fue a fondear cerca de la isla de Santa María (ya muy
cerca de Concepción, en plena zona mapuche)".
Y entonces se produjo un extraño e
insostenible tanteo entre los piratas y los españoles: "Spilberg hizo
bajar a tierra un destacamento a cargo de Cristián Stulinck, para proponer
cambios de mercaderías a los habitantes de la isla. El corregidor español Juan
de Hinojosa, que allí mandaba, los recibió con demostraciones amistosas, y,
dejando como rehén en tierra a un sargento holandés, subió él mismo a bordo,
donde pasó la noche muy bien atendido por los holandeses. Pero estas buenas
relaciones no podían durar largo tiempo. El 30 de mayo el corregidor invitó al
almirante holandés y a algunos de sus capitanes a bajar a tierra a comer en su
compañía. Cuando desembarcaban los holandeses, se les comunicó que allí cerca
había un destacamento de tropas, y, creyéndose traicionados, se volvieron
apresuradamente a sus buques llevándose consigo a un español llamado José
Cornejo y a un cacique que estaba cerca. Por este supieron que en Chile y en el
Perú se tenían noticias ciertas de su próxima llegada, y se hacían preparativos
para combatirlos. Esta información produjo la ruptura definitiva de aquellos
primeros tratos en los que, indudablemente, cada bando había creído engañar a
sus adversarios. El día 31 de mayo, Spilberg desembarcó en la isla con tres
compañías, y los españoles, en inferioridad de condiciones, pegaron fuego a la
iglesia y a los almacenes de provisiones, y huyeron. Las tropas holandesas
avanzaron en su persecución. En esas pequeñas escaramuzas tuvieron dos hombres
heridos, pero mataron cuatro españoles, mientras los demás se salvaban gracias
ar sus caballos. Libre de enemigos, Spilberg saqueó todas las casas que halló
en su camino, y en la tarde volvió a sus buques. Después de esto, se hicieron a
la vela para el norte, y el 3 de junio se presentaron en la bahía de Concepción".
Enterado el gobernador Ribera, alertó
rápidamente del peligro a la ciudad de Santiago, y al virrey de Perú por si el
pirata seguía después esa ruta. Y más tarde le contó al Rey: "Hecho esto,
comencé a fortificar la ciudad de Concepción, junté la gente que pude de
españoles y de indios amigos, y, cuando el enemigo llegó a la boca de este
puerto, que fue a 3 de junio, estaba todo tan bien dispuesto, que tengo por
seguro que, si saltara en tierra, quedaría descalabrado. E hizo bien en
escaparse, porque yo contaba con 900 españoles y con 300 indios amigos de las
zonas de Talcamávida, Arauco y de la ribera del Itata, todos los cuales
mostraron muy buen ánimo de servir a Vuestra Majestad".
(Imagen) Como era de esperar, el pirata Jorge
Spilberg, llegó el 31 de agosto de 1615 al puerto de Lima (El Callao). Para
todos los habitantes fue un horror su presencia. Pero allí estaba Santa Rosa de
Lima, que entonces era una monja querida
por todo el mundo, y tendrá un papel fundamental en aquella situación
desesperada. Para contar la anécdota me serviré de un texto que he visto en un
blog titulado Lima Etérea. Y dice así: "Los virreyes confiaban en que la mejor defensa del Perú
era su gran lejanía. Por el norte les era imposible a las naves llegar a Perú debido
al istmo de Panamá. En 1615, el corsario Jorge Spilberg, con seis naves
holandesas, logró atravesar el estrecho de Magallanes, procediendo luego a
atacar los puertos chilenos de las costas del Pacífico. La noticia de la
proximidad del corsario llegó pronto a Lima, lo que provocó espanto en todos
los habitantes. Isabel Flores de Oliva, conocida como Rosa, los arengó con gran
valentía, y reunió a las mujeres en la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario
para orar por la salvación de Lima. El corsario Spilberg intentó desembarcar en
el puerto, pero no lo logró debido a los
tiros de cañón sobre sus botes y a unos
fuertes vientos que los azotaban. Cuando llegó la noticia de un nuevo intento
de desembarco, Rosa subió al altar del Convento de Santo Domingo y se colocó delante
del Sagrario para defenderlo con su cuerpo. Finalmente, Spilberg decidió
retirarse, para luego seguir viaje hacia Filipinas. Según cuenta la tradición,
Isabel Flores de Oliva imploró a la Virgen del Rosario que alejara al corsario
y protegiera la ciudad. Cuando Spilberg y sus hombres desistieron de llevar a
cabo su ataque, se le atribuyó a la futura Santa Rosa de Lima, gracias a sus
oraciones y plegarias, el milagro que evitó que los piratas destruyeran la
ciudad de Lima". Isabel Flores de Oliva
era, sin duda, una persona carismática, con madera de líder y el gran
mérito de estar dispuesta a arriesgar su vida por toda la población y el
servicio de Dios. Fue querida por indios y por españoles de tal manera, que sus
'fans' fueron multitudinarios. Esta actuación suya fue decisiva para su rápida
canonización, pues, habiendo muerto de tuberculosis en 1617, con solo 31 años, se
convirtió en Santa Rosa de Lima el 12 de abril de 1671 por decisión del papa Clemente
X, siendo proclamada 'Principal Patrona del Nuevo Mundo y de Filipinas'. En su
honor se celebraron grandes fiestas en las capitales de Hispanoamérica y en Europa,
figurando como santa patrona de muchas poblaciones, centros educativos,
instituciones y edificios religiosos.
También influyó en su éxito el ser una de las primeras personas que fueron
canonizadas en las Indias. Dedicaré la próxima imagen a resumir su biografía.
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