sábado, 24 de octubre de 2020

(Día 1248) En un prodigio de falsedad, el traidor Vasco Godínez, consiguió que varios capitanes leales a la Corona, temerosos de que fueran ejecutados, lo reconocieran como general al servicio del Rey.

 

     (838) Vasco Godínez seguía maniobrando extrañamente: "Envió seis arcabuceros para que  no dejasen a nadie ir a Potosí contándole a Egas de Guzmán lo que había sucedido. Mandó prender a tres soldados muy amigos suyos (de Godínez),  y que les dieran garrote antes de que amaneciese, porque eran sabedores de sus traiciones, trampas y marañas. Al amanecer llamó a Juan Ortiz de Zárate, Pedro Hernández Paniagua, Antonio Álvarez y Martín Monje, y les habló muy encarecidamente del peligro en que se había puesto por matar al tirano, y del beneficio que les había hecho a ellos y a toda la ciudad. Les pedía, en agradecimiento por todos esos servicios, que lo eligiesen Justicia Mayor de aquella ciudad, y Capitán General para la guerra, pues Egas de Guzmán estaba poderoso y con mucha gente en Potosí. A lo cual respondieron los vecinos que ellos no tenían autoridad para hacer aquellas elecciones, y que temían ser castigados si las hiciesen. Mas Juan Ortiz de Zárate, viendo que las habían de hacer, quisieran o no, dijo que, si el licenciado Gómez Hernández, que era letrado, diese su conformidad, ellos lo harían de muy buena gana. El letrado dijo que sí lo podían hacer, y mucho más que les pidiese, pues los servicios de Vasco Godínez lo merecían todo. Luego llamaron a un escribano, y ante él le hicieron los nombramiento a Vasco Godínez, y, además, por petición suya, le adjudicaron la riquísima encomienda de indios del  general Pedro de Hinojosa. Digno galardón de las dos famosas traiciones que este hombre urdió, tejió y ejecutó".

     La chapuza era inmensa, pero Vasco Godínez, un criminal nato, se imaginó que el tinglado  que estaba montando iba a transformarse por arte de magia en una entidad político-militar absolutamente legal, a la que el riguroso emperador Carlos V le daría todas sus bendiciones. Era como una estructura de cartón piedra, con apariencia de conversión a la lealtad a la Corona, pero dirigida por un grupo de matarifes, más siniestros que el difunto Francisco de Carvajal, quien, al menos, tenía sentido del humor: "Se pregonó que todos obedeciesen a Vasco Godínez como general, y a Baltasar Velázquez como maestre de campo. Se ordenó que seis soldados prendiesen a Don García Tello y los que con él venían de su fracasado intento de matar al mariscal Alonso de Alvarado. Baltasar Velázquez, para asegurarse el oficio de maestre de campo, mandó arrastrar y hacer cuartos a dos soldados famosos que venían de Potosí con despachos de Egas de Guzmán para Don Sebastián de Castilla. Mandó también dar garrote a otro soldado que se llamaba Francisco de Villalobos, y que se cortasen las manos a dos soldados, pero, por intercesión  de los demás, permitió que solo les cortasen una. Todo esto lo hizo el maestre de campo en un tiempo de cuatro horas tras su elección".

     Al día siguiente, volvieron por allí (al parecer, se habían enterado del cambiazo de bando de Vasco Godínez) varios que habían huido para salvar la piel, entre ellos, cuatro capitanes importantes: Martín de Robles, Pablo de Meneses, Diego de Almendras y Diego Velázquez. Al saberlo Vasco Godínez, le envió a Juan Ortiz de Zárate adonde ellos para que también reconocieran los nuevos cargos que tenía, y hablasen a los del cabildo para que los confirmaran oficialmente.

 

     (Imagen) Vamos a desenredar una serie de confusiones acerca del capitán MARTÍN MONJE BERMÚDEZ. Acabamos de ver que era uno de los que Vasco Godínez no mató porque había decidido pasarse al bando del Rey. He visto en PARES un expediente de los méritos de Martín, el cual aclara su segundo apellido y echa por tierra datos que se le atribuyen. Lo presentó el año 1598 su hijo, Pedro Álvarez Holguín, a su vez nieto del histórico conquistador del mismo nombre. Era natural de Palos de la Frontera (Huelva), y no vasco, como algunos dicen. Tampoco es cierto que naciera el año 1530, sino, probablemente, en 1508, pues el documento dice que luchó junto a Diego de Almagro cuando los indios cercaron la ciudad del Cuzco, lo cual ocurrió el año 1537. Su hijo dice que abandonó a Gonzalo Pizarro cuando él y los vecinos de la Plata, capitaneados por Diego Centeno, mataron a Francisco de Almendras (octubre de 1545), pero oculta que volvió a estar bajo las órdenes de Gonzalo. Deja en blanco un largo período de tiempo, y habla de sus servicios a Pedro de la Gasca en la batalla de Jaquijaguana, luchando Martín Monje como capitán de caballería contra Gonzalo Pizarro. Luego comenta (sobre la rebeldía que ahora estamos viendo) que "Martín Monje apresó a Vasco Godínez (ver imagen), se lo entregó al mariscal Alonso de Alvarado, y lo ejecutaron". También luchó contra el último rebelde, Francisco Hernández Girón. La fecha de una carta escrita el día 23  de noviembre de 1546 por MARTÍN MONJE a Gonzalo Pizarro demuestra que volvió a ponerse a su servicio (quizá forzado) después de la muerte de Francisco de Almendras. En su escrito, Martín le dice: "En cuando a lo que vuestra señoría manda, lo cumpliré como si fuera mi padre. Estuve por ahorcar a Velázquez, criado de vuestra señoría, porque tuvo escondido a Manjarrés, con tanta amistad que este le dejó dinero en su testamento. Lo sé porque al dicho Manjarrés lo prendimos, se confesó, hizo testamento, y yo le corté la cabeza. Prendimos a cuatro de los de Centeno (con quien se alió para matar al gonzalista Francisco de Almendras). A dos de ellos los desterré a Chile. Al herrero de Nazca, por haber hecho clavos para unos de los de Centeno, le di cien azotes". MARTÍN MONJE, desde que se pasó, tardíamente, al bando de Pedro de la Gasca, mantuvo siempre su fidelidad a la Corona, y murió el año 1573.




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