(727) Le deja Santa Clara a Gonzalo
Pizarro con sus angustias, y enlaza de nuevo con la misión que estaba
cumpliendo Diego de Mora. Después de volver a Trujillo y conseguir que toda la
ciudad pasara al bando del Rey (algunos vecinos habría que lo hicieran a regañadientes),
se encargó de lo que le pidieron Aldana y los capitanes que estaban con él en
los cuatro barcos: "Cuando fue a la provincia de Cajamarca, envió a todos
los vecinos de aquella zona copia de los perdones que le había dado Lorenzo de
Aldana, para que se pusieran al servicio del Rey, y desengañándoles de todas
las falsedades que les contaban. En la villa de San Miguel, estaba Bartolomé de
Villalobos, como teniente de Gonzalo Pizarro, teniendo muchos espías que le
avisaban de lo que ocurría en aquellas costas. Como la gente ya sabía de los
avisos que había enviado Diego de Mora, y de la pasada de Lorenzo de Aldana con
los navíos hacia Lima para enfrentarse a los rebeldes, determinó el dicho
Bartolomé de Villalobos irse a Lima para servir a Pizarro. Se dio la mayor
prisa posible para sacar gente de aquellos lugares, y decidió seguir el camino
de la sierra, porque sabía que Diego de Mora estaba en Trujillo, tras haberse
puesto al servicio de su Majestad. Según marchaban, se enteró Villalobos de que
se acercaban los capitanes Gonzalo de Alvarado y Juan de Saavedra (se habían
pasado al bando de La Gasca) con mucha más gente que la que él tenía.
Viéndose amenazado, hizo alto, sin saber qué decisión tomar".
Entre lo que iban con Villalobos, se
encontraba un hermano de Don García López de Cárdenas, el madrileño Hernando de
Cárdenas, "al cual, Gonzalo Pizarro, por haberle servido un poco de tiempo
en la derrota del virrey, lo casó con una viuda honrada, y le dio su
repartimiento de indios". Hernando, mientras Villalobos meditaba, también
él lo hacía, viendo con claridad que los propósitos de Gonzalo Pizarro, tal y
como se estaban poniendo las cosas, no tenían futuro: "Decidió volverse a
San Miguel, alzarse con la ciudad en nombre de Su Majestad, y prender o matar a
quien estuviese allí al mando en nombre de Gonzalo Pizarro, para luego unirse
al presidente La Gasca".
Fue tanteando a la gente y logró reunir un
grupo de partidarios de la idea: "Apresaron de noche a Bartolomé de
Villalobos, y le importunaron para que sirviera al presidente La Gasca, alzando
bandera en nombre de Su Majestad. Además, le pidieron que volviese a San Miguel
y tomase allí el mando en nombre de su Majestad, y él lo aceptó, más por miedo
de que lo mataran que por propia voluntad. Y así, volvieron todos a la villa y
la alzaron por Su Majestad".
Estas noticias volaban, y la idea de
abandonar a Gonzalo Pizarro y servir al Rey se hizo contagiosa, dándose la
circunstancia de que también hubo capitanes que prefirieron morir a traicionar
al 'tirano'. Así ocurrió en Puerto Viejo: "Los del cabildo fueron con
soldados a la casa de Lope Sánchez de Ayala, teniente de Gonzalo Pizarro,
pidiéndole que pusiera la ciudad al servicio del Rey, y, negándose a hacerlo,
lo mataron a puñaladas. Luego se presentaron en la casa del capitán Juan
Morales, que estaba al mando de la guarnición, le rogaron que se uniera a ellos
para servir a Su Majestad, y a él, por no querer dejar al tirano Gonzalo
Pizarro, lo mataron también a puñaladas, y luego alzaron bandera por Su
Majestad". (Lo ocurrido con Bernardo de Villalobos ya nos lo había contado
Inca Garcilaso, pero de forma mucho más escueta).
(Imagen) Acabamos de ver que HERNANDO DE
CÁRDENAS se jugó el tipo promoviendo un motín contra Bernardo de Villalobos, a
quien obligó a ponerse al servicio del Rey. Por su relación de méritos (la de
la imagen), nos enteramos de que todo le salió bien, y de que tuvo una vida muy
azarosa. Fue de los pocos que habían batallado en México antes de llegar a
Perú. Resumo lo que cuenta: "Estuvo luchando contra los chichimecas,
indios mexicanos, en Mixtón y en Jalisco, bajo el mando del virrey Don Antonio
de Mendoza y de Pedro de Alvarado, hasta que los sometieron. Él llevaba a su
costa soldados y caballos. Pasó luego a Perú, y sirvió al virrey Núñez Vela. De
vuelta de una misión, se encontró con que habían apresado en Lima al virrey;
quiso liberarlo, pero Gonzalo Pizarro lo apresó también a él y, aunque estuvo a
punto de cortarle la cabeza, no lo hizo por los ruegos de algunos amigos suyos.
Gonzalo fue a Quito y él intentó sublevarse con algunos compañeros en Lima,
para unirse al capitán Diego Centeno, pero fueron descubiertos y apresados.
Logró escapar, y, enterado de que se acercaba el presidente Pedro de la Gasca,
fue a la ciudad de San Miguel, que era del bando de Gonzalo Pizarro, y
consiguió ponerla al servicio de su Majestad. Cuando llegó Pedro de la Gasca,
se puso bajo su mando como capitán de infantería, participando en la batalla de
la derrota definitiva de Gonzalo Pizarro. Más tarde, también luchó contra el
rebelde Francisco Hernández Girón". En el escrito hay algo que no coincide
con lo que cuentan los cronistas. Sin duda alguna, durante un tiempo sirvió,
aunque probablemente forzado, a Gonzalo Pizarro, como nos ha dicho Santa Clara.
Por el documento de HERNANDO DE CÁRDENAS, sabemos que aún vivía en 1568 y que se
encontraba en Madrid, aunque es muy probable que muriera poco después. Queda
otro dato curioso. Santa Clara dice de pasada que era hermano de DON GARCÍA
LÓPEZ DE CÁRDENAS. Si el cronista no da ninguna explicación más, el tal García
tenía que ser muy conocido, y hubo alguien con ese nombre que se hizo famoso en
México (de donde era Santa Clara), casi con toda seguridad hermano de Hernando
de Cárdenas, quien también anduvo por aquellas tierras. Le dedicaremos la
próxima imagen.
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