jueves, 11 de junio de 2020

(Día 1132) Otro golpe fatídico para Gonzalo Pizarro: su importante capitán Diego de Mora, llevando a bastantes vecinos de Trujillo, se incorporó a las naves de Pedro de la Gasca. Fueron luego a Cajamarca para conseguir más desertores.


     (722) Se supone que para despertar el entusiasmo de su ejército tras la pésima noticia de la pérdida de la flota, pocos días después organizó Gonzalo Pizarro un espectacular desfile de sus tropas por la ciudad de Lima, uniformadas lujosamente e integradas por más de mil cuatrocientos hombres, desfilando todos, yendo él a la cabeza, al son de las trompetas y con incesantes salvas de arcabuz: "Finalmente, Gonzalo Pizarro entró en su palacio, y, desde los corredores, despidió a los capitanes y soldados, quienes luego se fueron a sus posadas a descansar de lo mucho que habían andado".
     No obstante, la inquietud de Gonzalo Pizarro era permanente. No se le iba de la cabeza la imagen de los cuatro misteriosos navíos que habían pasado por Tumbes, y le extrañaba que Diego de Mora, que estaba al mando, en su nombre, del puerto de Trujillo, no le enviase cartas hablándole del asunto. Santa Clara no cuenta lo que ocurría: "Lorenzo de Aldana llegó con los cuatro navíos a un puerto despoblado llamado Malabrigo, que está a cinco leguas de Trujillo, para tomar allí agua y leña. Al saberlo Diego de Mora, se alegró mucho de ello, aunque no sabía con certeza quiénes eran los que venían en los barcos. Para saberlo, hizo un ardid que le salió bien. Tomó un navío que estaba en Trujillo, lo proveyó de alimentos y llamó a treinta hombres de los más principales, y verdaderos amigos suyos. Les declaró la intención que tenía, y les pidió que le diesen su parecer. Ellos le respondieron que todo lo que había pensado estaba bien encaminado, y que ellos le seguirían adonde quiera que él fuese. Marcharon todos a sus casas, y hablaron de ello con sus mujeres. Después se embarcaron todos en el navío, llevando Diego de Mora a su mujer, que estaba preñada, así como el oro y la plata que tenía. Su propósito era ir en busca de los cuatro navíos para juntarse con ellos. Si se tratara de partidarios de Gonzalo Pizarro, podrían decir que habían salido para tener noticias de lo que ocurría en Panamá, y si eran del bando de Su Majestad, se juntarían con ellos". El plan salió perfecto: "Un día después de salir del puerto, se encontraron con los navíos, pasaron al de Lorenzo de Aldana, que era un galeón muy grande. Tras avisar a los capitanes de los otros navíos, llegaron en una barca, y, como se conocían de antes los unos y los otros, se recibieron muy bien. Después Diego de Mora y los que le acompañaban se pusieron al servicio de su Majestad como leales vasallos suyos".
     Como puros hombres de acción, se decidió de inmediato algo importante: "Tras las muchas pláticas que hubo entre ellos, fue acordado que Diego de Mora y los que le acompañaban fuesen al pueblo de Cajamarca, para que allí pudiesen con más seguridad alzar la tierra contra el tirano, y esperar a que llegara el presidente La Gasca. Dispuestos a hacerlo, retornaron primeramente a la ciudad de Trujillo, donde alzaron públicamente bandera en nombre de Su Majestad, y Diego de Mora hizo llamamiento de gente, tomó los dineros del Rey, y los repartió entre ciertos soldados que allí se encontraban. Hecho esto, envió las copias de los perdones del Rey, con muchos indios, a los cabildos de San Miguel, Puerto Viejo, Chachapoyas, Huánuco y otras partes, para que todos acudiesen al pueblo de Cajamarca y se pusieran al servicio de su Majestad".

     (Imagen) Ya hablé de DIEGO DE MORA, pero no estará de más ver cómo cuenta su hijo (del mismo nombre) sus méritos al Rey en un escrito del año 1581 (la imagen muestra una página). Lo resumo: "Estando en Trujillo, Diego de Mora tuvo noticias de la llegada del virrey. Salió a su encuentro y le recibió espléndidamente en su propia casa. Luego el virrey reclutó gente. Diego de Mora estaba enfermo, y le envió soldados al virrey, que le sirvieron hasta que fue derrotado por Gonzalo Pizarro (el hijo oculta que, después de esa visita, Mora luchó contra el virrey, por miedo a Pizarro, como veremos enseguida). Habiendo entrado Gonzalo Pizarro en Lima, desconfiando de Diego de Mora por conocerle como fiel servidor de Su Majestad, intentó matarlo, y lo dejó de hacer porque Diego de Mora, por miedo, le prometió servirle. Gonzalo lo llevó a Quito (nada dice de la batalla de Iñaquito, en la que Mora, sin duda, batalló contra el virrey, que fue derrotado y asesinado). Gonzalo Pizarro, por asegurar su fidelidad, lo nombró lugarteniente de Trujillo. Mora aceptó por creer que así tendría oportunidad de servir a Su Majestad. Allí logró que nadie fuese obligado a ir contra el servicio de Su Majestad (esto no es creíble). Escribió muchas veces a Pedro de Hinojosa, que estaba en Panamá con gruesa armada, procurando atraerlo al servicio de Su Majestad. Le envió recado a La Gasca cuando supo que llegaba, diciéndole que él pondría a su servicio la ciudad de Trujillo. Recibió contestación por medio de Pedro Hernández de Paniagua, a quien le facilitó mucha información útil para La Gasca. Diego de Mora fue el primero que se alzó con una ciudad, Trujillo, contra Gonzalo Pizarro. Luego convenció a los capitanes Gómez de Alvarado, Juan de Saavedra, Mercadillo, Juan Porcel y Villalobos para que abandonaran a Gonzalo Pizarro (fue un trabajo de zapa, que le iba desguazando). Estuvo también en primera línea durante la derrota definitiva de Gonzalo Pizarro". Para que no faltara nada, luchó y venció contra el rebelde Francisco Hernández Girón, el cual trató de convertirlo en traidor. DIEGO DE MORA murió el año 1554.



No hay comentarios:

Publicar un comentario