sábado, 18 de enero de 2020

(Día 1008) Cuando llegaron las Leyes Nuevas al territorio de Belalcázar, tuvo que calmar a la gente. Decidió suspenderlas, pero hizo una trampa legal para conservar sus propias encomiendas de indios.


     (598) Los llantos y las lamentaciones van a ir 'por barrios': "El Adelantado Belalcázar fue a la ciudad de Popayán (territorio colombiano), donde estuvo algunos días. Por entonces llegó a la ciudad de Cali (cerca de Popayán) la noticia de las ordenanzas reales y de la ida al Perú de Blasco Núñez Vela. Tuvieron, al saberlo, algún alboroto los vecinos, pero siempre creyeron que los de Perú habían de tirar coces para no obedecer las ordenanzas, pues el agravio era grande. Pronto se supo que había sido recibido ya como virrey en la Ciudad de los Reyes, lo cual desagradó a muchos, pareciéndoles que habían enido poco ánimo los de Perú. Entró también en el puerto de Buenaventura un navío que traía la copia de las Leyes Nuevas e una carta del muy alto príncipe, señor nuestro, Don Felipe, en la cual le decía al Adelantado Belalcázar que ejecutase las nuevas leyes que para la gobernación de las Indias se habían hecho. Venida esta cédula real, todos los vecinos se alborotaron, diciendo que no se había de consentir que se les hiciese agravio tran grande".
     La reacción de Belalcázar va a ser sensata, pero, al mismo tiempo, mezquina, puesto que jugará con ventaja personal: "Hablándoles cuerdamente a los vecinos, les dijo que no se alterasen, porque Su Majestad volvería a recompensarles con mercedes, y mandó que se juntaran  procuradores de todas las ciudades y villas de la provincia para ver lo que se podía hacer con las ordenanzas. Llegados a la ciudad de Popayán, el Adelantado Belalcázar quiso ejecutar las Leyes Nuevas, pero habiendo puesto primero gran suma de indios a nombre de sus hijos, para que, a la hora de cumplir, no se los pudiesen quitar a él". Se entiende que les cedió a sus hijos indios que él ya tenía, pues sabía que, como gobernador de la zona, las leyes le prohibían seguir con ellos.
     El siguiente paso que dio fue lavarse las manos como Pilatos: "Al ver los procuradores que Belalcázar quería ejecutar las leyes, le pidieron en nombre de toda la provincia que otorgase la apelación de las leyes, y así fue hecho. Se dejaron, pues, de ejecutar, y nombraron a un Francisco de Rodas para que fuese como procurador a España, donde ya Su Majestad había nombrado Comisario General y Juez de Residencia al licenciado Miguel Díaz de Armendáriz. De esta manera, se sosegó aquella provincia e no hubo en ella ningún alboroto".
     Nuevamente Jiménez de Espada, el autor de esta edición, critica al cronista Herrrera por decir, suprimiendo el párrafo de Cieza,  que Armendáriz le envió las leyes desde Cartagena de Indias y que Belalcázar las hizo cumplir, dejando, además, de lado el fraude que cometió al ceder los indios a sus hijos. Recordemos, de paso, que la llegada posterior de Armendáriz, le sirvió de oportunidad a Belalcázar  para matar al gran capitán Jorge Robledo basándose en triquiñuelas jurídicas.
     Mientras tanto, en el Cuzco el previsor Gonzalo Pizarro se daba mucha prisa en preparar gente y armas: "Le venían cartas, la mayoría cifradas, para que con brevedad bajase a la Ciudad de los Reyes, y diciendo no poco mal del virrey. Como ya tenía el mando que deseaba, decidió nombrar capitanes y oficiales de guerra".

     (Imagen) Nos habla Cieza de que, en Popayán, con la conformidad de Belalcázar, se nombró a 'un' FRANCISCO DE RODAS para pedirle al Rey en España que se suspendieran las Leyes Nuevas. A pesar de la imprecisión de Cieza y de que apenas hay rastro histórico de Francisco, fue el principal capitán de Belalcázar. Encuentro también un dato importante sobre su viaje a España, que se lo explica el mismo Belalcázar al Rey: "Con Francisco de Rodas le envié una carta a Vuestra Majestad de las sediciones que en esta tierra han sucedido, pero fue tan corta la ventura nuestra, que el mensajero y los despachos se perdieron en un río grande que pasa por esta provincia (el Magdalena)". Francisco había llegado a Perú en 1537, y (otro dato curioso) era hijo de un clérigo del mismo nombre, quien, según un cronista, "fue un religioso de gran autoridad en la iglesia de Trujillo (Perú)". Eso es todo. Pero nos queda hablar de un primo de Francisco, GASPAR DE RODAS, de fulgurante carrera y carácter arrollador. Nació el año 1518 en Trujillo (Cáceres). Llegó a las Indias en 1539, y toda su trayectoria militar la vivió principalmente en territorios de la actual Colombia. En 1541 andaba por Popayán bajo el mando de Belalcázar, coincidiendo con su primo Francisco de Rodas. Estando en Antioquia (sin tilde), consiguió en 1558 el puesto de primer gobernador de la zona (como indica el busto de la imagen). Tuvo largas épocas de trepidante acción. Fundó varias poblaciones, y resultó un magnífico administrador, en un tiempo en el que las minas de oro de Antioquia eran las más importantes de las Indias. En 1562, fue desterrado por haber matado en un duelo de honor a Francisco Moreno de León. Vuelto a su cargo, lo siguió desempeñando casi hasta su muerte, ocurrida el año 1607. Algún historiador ha considerado a GASPAR DE RODAS como "la más importante autoridad del territorio de Antioquia durante todo el período colonial".



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