(594) Veamos cómo fueron las votaciones. Juan Vélez de Guevara, alcalde,
lo aprobó (lo que quiere de decir que, aunque fue un hombre de confianza de
Vaca de Castro, ahora va a apoyar la incipiente rebeldía de Gonzalo Pizarro).
También lo hizo el alcalde ordinario, Antonio de Altamirano. Al capitán Diego
de Maldonado el Rico le tembló el pulso: "Dijo que, por cuanto su deseo
era acertar en aquello que conviene al servicio de su Majestad, pedía a sus
mercedes que le dieran licencia para que él se informara con un letrado, pues
estaba dispuesto a responder, y lo firmó con su nombre".
Cieza aclara, de paso, que quiere detallar cómo se efectuaron las
votaciones para que los futuros lectores sepan quiénes fueron los que nombraron
a Gonzalo Justicia Mayor, y sigue después copiando del documento:
"Hernando Bachicao, regidor, dijo que su voto era que Gonzalo Pizarro
fuera Justicia Mayor hasta que su Majestad lo confirmase. Francisco Maldonado
dijo que, puesto que había mucha gente de guerra en la ciudad, y los alcaldes
no podían actuar en los pleitos criminales, votaba que fuera Justicia Mayor y
también Teniente General, porque así convenía a la pacificación de la ciudad. El
regidor Diego Maldonado de Álamos dijo que no era letrado para poder acertar en
lo pedido por Gonzalo Pizarro, ni sabía si, de derecho, podía él hacerle
Justicia Mayor, y que, todo lo que podía hacer como regidor de la ciudad,
aquello votaba. Juan Julio de Ojeda dijo que se arrimaba al voto de don Diego
Maldonado de Álamos, y que ese era su parecer".
En este punto, el responsable de esta edición del texto, Marcos Jiménez
de la Espada (al que ya dediqué una imagen) pone una nota a pie de página que
resulta interesante porque deja en evidencia la parcialidad de las cronistas
oficiales, casi siempre tratando de agradar al Rey, o a algún personaje
determinado. Critica en concreto a Antonio de Herrera, quien, al recoger los
textos de Cieza, suele eliminar o añadir párrafos. Dice Espada: "Herrera
pone en boca de Diego de Maldonado de Álamos un largo, bellísimo y elocuente
discurso, como él mismo lo hubiera pronunciado en la situación del regidor, del
cual supone además, gratuitamente, que firmó el acta del cabildo a la fuerza, y
protestando como lo habían hecho Antonio Altamirano y Diego de Maldonado el
Rico". La reacción de estos dos últimos la veremos de inmediato.
Después Cieza recoge el texto del nombramiento (lo resumo): "Vistos
los votos por los señores justicias y regimiento, dijeron que nombraban al
capitán Gonzalo Pizarro Justicia Mayor e le daban el poder cumplido que se
requiere, recibiendo de él juramento en debida forma". Al parecer, hubo
algunos notables que atizaron más el fuego: "Dicen que en ese tiempo,
tratando este asunto el licenciado De la Gama, el licenciado Carvajal, el licenciado
León,el licenciado Barba y el bachiller Guevara (siempre se guardaba la jerarquía), mostraban su parecer de que Gonzalo Pizarro podía ir con
fuerza armada a apelar las ordenanzas. Lo que sabemos es que se dieron los
votos, y que redundaron en gran daño, pues muchos simples, creyendo que lo que
afirmaban era así, siguieron al tirano en sus desatinos".
(Imagen) Vamos a ir descendiendo por un tronco familiar. El
famoso condotiero italiano Fabricio Colonna se puso al servicio del Rey de España
en las guerras contra Francia, en la zona de Nápoles, bajo las órdenes del Gran
Capitán. Una tal Juana Julia de Colona, probable hija de Fabricio, o, al menos,
pariente cercana, se casó con Pedro de Ojeda, de quien un nieto suyo presentó
en 1560 un documento de los méritos (la imagen muestra un folio) conseguidos en
las Indias por varios miembros de la familia. Dice de Pedro de Ojeda que llegó
el año 1510 a la zona del Darién (junto a Panamá) con Diego de Nicuesa (al que,
por error, llama Alonso de Nicuesa). Pedro era ya un hombre rico en España (se
presentó en las Indias con caballos y armas), digno, pues, de los Colonna. El
escrito hace suponer que viajó con toda la familia, porque indica que le
acompañaba "un muchacho de ocho años (su hijo)", a quien hemos
visto recientemente convertido en uno de los capitanes de confianza de Vaca de
Castro. Se trataba del burgalés JUAN JULIO DE OJEDA COLONA, quien conservó el
nombre y apellido de su madre. Juan Julio conoció a Diego de Almagro el Viejo
en Panamá, y se trasladó con él al Cuzco cuando ya Atahualpa había sido
apresado, pero no ejecutado. Entonces se hizo un reparto del inmenso botín
conseguido, del que se beneficiaron principalmente los veteranos, pero se
decidió también darles parte a los que llegaron más tarde, como Juan Julio. Se
decantó después, y para siempre, por el bando de los Pizarro. Batalló contra
Almagro el Viejo, y luego contra su hijo (en este caso, al servicio de Vaca de
Castro). Cayó en rebeldía enfrentándose al virrey (su viuda lo demandó) al lado
de Gonzalo Pizarro. Pero algo indica que, como otros muchos, en la batalla de
Jaquijaguana se pasó, en último extremo, a las tropas de Pedro de la Gasca,
porque no fue castigado, ya que, en 1551, vivía tranquilamente en el Cuzco.
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