lunes, 12 de agosto de 2019

(Día 907) El sensato Cristóbal de Sotelo renunció a compartir el cargo de General con el irascible García de Alvarado. La enfermedad de Rada se fue agravando. Los almagristas, llenos de dudas, decidieron ir al Cuzco y esperar a ver qué planes tenía Vaca de Castro.


     (497) Después Perálvarez dejó libres al resto de los almagristas, pidiéndoles que le dijeran a Almagro el Mozo  que se conformara con el daño que ya había hecho y se dejara de rebeldías. Fue luego  hasta Jauja, desde donde siguió caminando, no sin antes insistirles a los indios en que no se aliaran con los almagristas.
     Pero ninguno de los dos bandos pensaba sinceramente en la paz. Aunque el capitán almagrista Cristóbal de Sotelo era partidario de salirle al paso a las tropas de Perálvarez, se impuso el criterio de Juan de Rada, que iba muy enfermo, y tomaron la decisión de no perseguirles, y dirigirse directamente a Jauja. Como era de prever, la doble capitanía de Sotelo y Alvarado resultó problemática: “Como mandaban Sotelo e García de Alvarado, no podía haber buen orden, porque lo que el uno mandaba, pareciéndole al otro no convenir, mandaba lo contrario. E, como Sotelo era tan cuerdo, como ya otras veces hemos dicho, pareciéndole que, si los dos mandaban, se perderían, dijo que él, mirando este daño, solo quería la autoridad que su persona tenía sin el cargo, y que, puesto que García de Alvarado era persona tan principal, usase en solitario el cargo de General, para que, con el parecer de los capitanes, se hiciese la guerra como él pidiese. A todos les pareció bien, y sólo quedó García de Alvarado como General, aunque a la mayoría de los soldados, y aun de los capitanes, les pesaba que no fuera Sotelo el General, pues era en gran manera querido, e sabía tratar a los soldados de tal forma que, andando bien corregidos, era por ellos amado”.
     La tropa de Perálvarez Holguín había conseguido despistar a los almagristas y se dirigía hacia Bombón, después de haber pasado por Jauja, adonde llegaron por fin sus enemigos, quienes lamentaron el tiempo perdido, y decidieron continuar la persecución. Tarea nada fácil porque se les complicó la marcha. Jarreaba agua sin cesar y el paso de los ríos se hacía imposible. Tuvieron otro contratiempo: “Viendo los indios (porteadores) las dificultades, cogían comida y se ausentaban para no dejar los caminos cubiertos con los muertos por las cargas que los cristianos, cruelmente, les hacían llevar. Con estas causas tan dificultosas, es difícil que una tropa pueda alcanzar a otra”.
     Los almagristas partieron de Jauja, pero tuvieron que dejar en aquel valle a Juan de Rada porque se encontraba muy grave. La prueba de que estaban llenos de dudas es que, en un punto determinado, dieron la vuelta, con un cambio total de planes que descartaba, de momento, atacar a los pizarristas: “Decidieron seguir desde Jauja hasta la gran ciudad del Cuzco, pasando por la de Huamanga, para engrosar su ejército con la gente que en aquellas ciudades hubiese, e aguardar a ver con qué intención entraba Vaca de Castro en el reino, e si se juntaba con el bando de los pizarristas, conforme a lo cual determinarían lo que más conviniese”.

     (Imagen) Haré como Cieza: desviarme un poco porque me sale alguien al paso. Resulta que hay un JUAN ALONSO que, por haber nacido en BADAJOZ, se le confunde a veces con el de la imagen anterior, aunque sus biografías fueron muy distintas. Este, en concreto, resultó un aventurero empedernido. Formó parte del reducido grupo de españoles que convivieron con los indios. Recordemos casos muy peculiares. Alonso de Molina, uno de los Trece de la Fama, se quedó con otros dos compañeros entre los indios, por puro gusto y a la espera de que los españoles volvieran, pero nunca se supo qué fue del trío. Gonzalo Guerrero y Jerónimo de Aguilar fueron apresados por indios de Yucatán. Los españoles de Cortés trataron de recogerlos: Jerónimo aceptó, pero Gonzalo no quiso abandonar a los niños mestizos “tan bonicos que tenía”. Gonzalo Calvo de Barrientos se fue a vivir con indios chilenos (¡atravesando el desierto de Atacama!) al cortarle Pizarro una oreja por cometer un hurto. Álvar Núñez Cabeza de Vaca anduvo durante más de siete años entre tribus indias norteamericanas. El JUAN ALONSO del que hablamos ahora nació en Badajoz hacia el año 1471. Se hartó de batallar por Centroamérica, y huyó para vivir con los indios de la zona. En torno al 1513, andaba de campaña por allí el gran Vasco Núñez de Balboa, y se encontró con que Juan Alonso formaba parte de la guardia personal del cacique Careta. Fue providencial, porque Alonso logró que se estableciera una buena relación de amistad entre los indios y los españoles. Descubierto el Pacífico, se incorporó defitivamente a las tropas de Balboa como navegante y como intérprete, sin que se sepa qué fue posteriormente de su vida.



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