lunes, 10 de diciembre de 2018

(Día 697). Almagro temía que Alonso de Alvarado estuviera ya en el Cuzco. Viendo que no, decide ir a liberar a los apresados por Alvarado, quien envía a Holguín para vigilar a Almagro. Le espera Chaves en una celada. El intento de Enríquez de calmar las cosas se frustra porque Almagro empieza a disparar.


     (287) Nos anuncia, pues, Enríquez que va a haber batalla y que la perderá Alonso de Alvarado. Lo vamos a ver con Cieza, pero recojo ahora un último detalle de lo que explica Enríquez, que tiene especial relieve porque ningún otro cronista lo indica con tanta precisión. El intento de hablar con Almagro se fue al garete porque hubo un inesperado cruce de disparos de artillería: “En cuanto llegamos, comenzó a jugar la artillería de una parte y de otra, habiéndolo empezado la de Don Diego de Almagro. Se enojó mucho el capitán Alvarado y nos mandó volver a la prisión”. Está claro que la batalla de Abancay se inició en ese preciso momento y que fue Almagro quien tomó la iniciativa.
     Toca en este punto enlazar de nuevo con la sabrosa crónica de Cieza. Nos cuenta que Almagro, a los cuatro días de haber salido del Cuzco con su ejército decidido a luchar, se alarmó porque le dieron la equivocada información de que Alonso de Alvarado se había puesto ya en marcha, y temió que se hubiese apoderado de la ciudad, liberando a Hernando Pizarro y al resto de los numerosos presos. Le daba sudores fríos la idea de que Hernando estuviera de nuevo al mando de la situación. Dio la vuelta rápidamente, y no le faltó el reproche de Rodrigo de Orgóñez: “Le dijo que, puesto que no había querido hacer lo que le había aconsejado (liquidar a Hernando Pizarro), que se quejase de sí mismo si algún daño notable le sobreviniese. El Adelantado le respondió que creyese que, si era verdad que Alonso de Alvarado iba con intención de entrar en el Cuzco, él mandaría cortarle la cabeza a Hernando Pizarro”. Fue un arranque ante el temor a un peligro inminente, pero Orgóñez y Almagro van a repetir ese mismo guión varias veces, el primero, machacón con su insistencia de que había que matar a Hernando Pizarro, y el segundo, sin atreverse a hacerlo, hasta llegar, error insuperable, a dejarlo en libertad, como veremos.
     Pero enseguida se comprobó, con gran alivio, que había sido una falsa alarma, y Almagro, pasados unos días para que descansasen los caballos, puso de nuevo en marcha su ejército: “Determinó ir al puente de Abancay a liberar a Diego de Alvarado y a los que con él fueron. Por su parte, Alonso de Alvarado mandó que fuese más gente a guardar el puente del río, y al capitán Perálvarez Holguín le dijo que, tomando treinta de a caballo, fuese hacia el Cuzco para ver si los de Almagro venían”. Pero en la tropa de Alvarado hubo dos desertores: “Dos soldados, Francisco Núñez y Lemos, habían tenido grandes pláticas con los apresados por Alvarado, y deseaban salir del campamento para pasarse al bando de Almagro, de lo que también habían hablado con el capitán Pedro de Lerma y con otros de la misma opinión”. Por delante de Almagro, avanzaba hacia Abancay su capitán Francisco de Chaves con sesenta de a caballo: “Supo que venía cerca el capitán Perálvarez, y mandó a su gente que se pusiese a cubierto en un collado, diciéndoles que se diesen toda buena maña, de suerte que lo apresaran sin derramar sangre española ninguna”.

     (Imagen) Como siempre, nada mejor que recurrir a PARES (Portal de Archivos Españoles), un tesoro (digitalizado) de nuestra documentación histórica, para ver cómo se confirman algunos datos ya comentados sobre PEDRO ÁLVAREZ HOLGUÍN, del que dije que fue especialmente ambiguo en sus lealtades, y que murió en 1542 luchando contra el hijo de Almagro. Son especialmente biográficos los expedientes relativos a los méritos y servicios de los conquistadores, y hay uno que trata exclusivamente de él a lo largo de más de 100 folios. En las peticiones de mercedes al Rey, era habitual presentar, no solo los merecimientos propios, sino también los que correspondían a los antepasados. En una sola página (la de la imagen), aparecen los siguientes méritos alegados por sus herederos, añadiendo luego otra larga lista: 1.- Hablan de la salida de Holguín (que ahora nos ha contado Cieza) por mandato de Alonso de Alvarado con treinta de a caballo para ir hacia el Cuzco, siendo apresado por la gente de Almagro. 2.- Dicen que Pizarro lo envió después a una conquista (pero escamotean el hecho de que antes Holguín le había sido infiel pasándose al bando de Almagro, que fueron derrotados en las Salinas, y que Pizarro le perdonó a él la vida). 3.- Añaden que, estando en la campaña encomendada, al enterarse de que Almagro el Mozo había matado a Pizarro, dio la vuelta para reunir gente en el Cuzco, con la que fue, en nombre del Rey, hasta la ciudad de Huamanga y allí luchó contra Diego de Almagro el Mozo. 4.- Para mostrar su caballerosidad, cuentan que Almagro el Mozo le envió mensajeros con grandes promesas pidiéndole que se pasara a su bando, pero Holguín los rechazó, y no los mató.




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