miércoles, 5 de julio de 2017

(Día 425) Tras haber presentado a dos de los cuatro grandes pilotos de Indias que tuvieron los Reyes Católicos, hoy toca hablar de los otros dos: JUAN DE LA COSA y JUAN DÍAZ DE SOLÍS.

     (15) JUAN DE LA COSA.- Merecería todo un capítulo aparte. Fue un multiusos, puesto que también participó en empresas militares, pero destacó especialmente como navegante y pionero cartógrafo de las nuevas tierras de Indias. Nació el año 1450 en Santoña (Cantabria). Hombre rico, aportó la nao Santa María y la pilotó durante la hazaña del  descubrimiento de América. Participó también en el segundo viaje de Colón, con quien tuvo algunos enfrentamientos, hasta el punto de que se vio obligado a dar por buena la terca idea del Almirante de que Cuba no era una isla. Sin embargo después, en 1500, Juan sería el primero en representarla como tal en un espectacular mapa, el más antiguo que se conoce de Indias, su bello y mundialmente famoso ‘portulano’, con todos los datos geográficos que había ido recogiendo, tanto de lo que vio como de lo que le contaron. Lo dibujó espléndidamente en el Puerto de Santa María (Cádiz), llevando a cabo antes que nadie el trabajo de cartografiar lo que se conocía del nuevo mundo. En 1499 recorrió con Ojeda la costa de Venezuela y Paria. En 1500 descubrió con Rodrigo de Bastidas las costas atlánticas de Panamá y Colombia. En 1504 fue a la zona de Urabá, con gran éxito económico. En otra aventura durante el año 1510, contra su propio criterio y el de FRANCISCO PIZARRO (que participaba en la expedición), Alonso de Ojeda dio la orden de enfrentarse a los indios en la zona de Cartagena de Indias (Colombia). El resultado fue un desastre, en el que el escurridizo Pizarro  salió bien librado, Ojeda se salvó in extremis, y Juan de la Cosa pereció. Sancho Ortiz de Matienzo anotó en sus libros de contabilidad de la Casa de la Contratación el siguiente ‘detalluco’ que el rey Fernando tuvo con su viuda: “Orden al Dr. Matienzo para que pague 45.000 maravedís a la mujer de Juan de la Cosa, difunto, para ayudar al casamiento de una de sus hijas, y como premio a los servicios de su padre”. Seguro que  Juan de la Cosa se merecía mucho más que eso, porque resulta mezquino con respecto a la grandeza de esos servicios prestados, ni creo que Santoña haya tenido otro hijo más ilustre. Da también la sensación de que la viuda de aquel hombre rico, vivía ya con dificultades económicas.
    JUAN DÍAZ DE SOLÍS.- Nacido el año 1470 en Lebrija (Sevilla). De trayectoria muy parecida a Juan de la Cosa, y con características similares. Estuvo en la ya mencionada junta de los cuatro mejores pilotos formada por el rey Fernando, aunque también tuvo veleidades de servicios a los portugueses, como Américo Vespucio. En 1508 fue, con Yáñez Pinzón, el primero que recorrió las costas de Nicaragua y Honduras, a lo que se refiere el rey Fernando en esta orden cuando menciona sus descubrimientos en las riberas de tierra continental (también anotada por Sancho): “Que se den 32.182 maravedís a Juan Díaz de Solís por el sueldo del tiempo que sirvió como capitán en el viaje a descubrir en Tierra Firme”. No se trataba, pues, de una recompensa, sino del abono de unos salarios debidos. En 1515 se dirigió hacia el Sur, yendo tan lejos que encontró al año siguiente el estuario del Río de la Plata, que, al principio, llevó su nombre. Tomó posesión de la zona que hoy es Uruguay, y en la costa fue capturado por los indios y devorado ante los ojos de sus marineros, que nada pudieron hacer. Ni para indios ni para españoles fue aquello un camino de rosas. Y es de suponer que tan osado y experto marino, de seguir viviendo, habría sido el primero en descubrir (poco le faltó y hacia él iba) el que luego se llamó Estrecho de Magallanes y ahora conoceríamos como Estrecho Solís. La diosa Fortuna es juguetona.


     (Imagen) Los dos grandes pilotos JUAN DE LA COSA y JUAN DÍAZ DE SOLÍS murieron trágicamente, pero enriquecieron los conocimientos de la humanidad. El primero, además, dejó para la posteridad este primoroso mapa (¡93 x 183 cm!), el más antiguo de Las Indias (año 1500), en el que se muestran, con gran belleza pictórica, minuciosos y abundantes datos extraordinarios. Lo que se ve es la mitad izquierda del mapa completo (en la otra mostró el mundo ya conocido). Como referencia, he señalado la situación de España. En el extremo izquierdo aparecen las tierras del continente americano, en torno al Caribe. Es asombroso que ya recogiera Juan de la Cosa, en la parte de abajo, la vuelta que da el litoral hacia el sur, hasta alcanzar el inicio de Brasil. El original de esa maravilla se encuentra expuesto en el Museo Naval de Madrid.


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