lunes, 31 de octubre de 2022

(Día 1868) A ninguno de los tres, Quesada, Belalcázar y Federman, le otorgó el Rey la Gobernación del Nuevo Reino de Granada, aunque los dos primeros fueron premiados. Se la concedió a alguien poco recomendable: Alonso de Lugo.

 

     (1468) Fueron, pues, los tres rivales (ya bien avenidos), en 1539, a España, y lo que obtuvieron del Rey fue diferente para cada uno. El que salió peor parado fue el alemán Nicolás Federman, ya que se quedó sin nada, pues, quizá ya harto, abandonó incluso el alto cargo que había tenido en Venezuela. Belalcázar tampoco consiguió que el Nuevo Reino de Granada quedara incluido en la Gobernación de Perú, ostentada por su jefe, Francisco Pizarro, pero tuvo el buen regalo de ser nombrado gobernador de la ciudad de Popayán. Lo concedido a Gonzalo Jiménez de Quesada fue inferior a lo que esperaba. No fue designado gobernador, pues ya lo era Alonso de Lugo del territorio de Santa Marta, en el que quedaba absorbido el Nuevo Reino, pero sí le concedió el Rey diversas mercedes: lo nombró Mariscal de todo lo conquistado, y le adjudicó el derecho a rentas muy importantes, incluso transmisibles a sus herederos. Vendrá bien mencionar algunos datos de los orígenes de GONZALO JIMÉNEZ DE QUESADA y de las circunstancias que le empujaron a irse a Las Indias. Llama la atención que permaneciera soltero toda su longeva vida, sin que se hable nunca de alguna relación amorosa. Nació el año 1509, y, al parecer, en Granada, aunque hay quien dice que fue en Córdoba. El hecho de que a la futura Colombia le pusiera el nombre de Nuevo Reino de Granada no zanja la cuestión, ya que, en España, ese reino  incluía a Córdoba. Pero no hay duda de que, siendo muy niño, ya vivía en Granada, debido a que su padre era abogado en esta ciudad. Siguiendo la tradición familiar, Gonzalo ejerció como abogado en la Real Audiencia de Granada, pero también sintió la llamada de las armas, y en 1534 se incorporó en Italia al ejército español, donde su estancia debió de ser corta, ya que, en 1535, hizo el viaje a las Indias en el mismo barco que el nuevo gobernador de Santa Marta, Don Pedro Fernández de Lugo, quien, a su vez, le confió el cargo de Justicia Mayor de aquel territorio a Gonzalo. Se encontraron allí con una situación económica calamitosa y una epidemia. El gobernador, para movilizar a sus hombres, le confió a su hijo Antonio Luis Fernández de Lugo una expedición que resultó muy rentable, pero el ‘espabilado’ joven se fugó a España con gran parte del botín. Jiménez de Quesada reaccionó con alma de responsable letrado y envió una denuncia a la Corte de Madrid, pero no sirvió de nada. No solo quedó absuelto, sino que, no tardando mucho y fallecido su padre, se convirtió en el nuevo y vengativo gobernador de Santa Marta. Poco después. GONZALO JIMÉNEZ DE QUESADA decidió llevar a cabo algo que otros habían pretendido pero sin el coraje suficiente: ascender sin tregua por el río Magdalena, pues todo indicaba que, por él, se podría llegar hasta el territorio de Perú, conquistado y entonces gobernado por Francisco Pizarro.




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