domingo, 23 de octubre de 2022

(Día 1861) Un viaje horrible, con muchos muertos. Pero se dieron cuenta de que tenían cerca el triunfo: primero vieron que de las alturas bajaban indios comerciando mucha sal, y, cuando los españoles subieron, descubrieron la riqueza minera.

 

     (1461) El viaje Magdalena arriba va a ser extraordinariamente largo y muy dificultoso: “Partido el dicho Licenciado Jiménez de Quesada, subió por el río descubriendo tierras durante más de un año por sus riberas y superando en cien leguas lo recorrido por los anteriores. Se detuvo en un lugar llamado La Tora, habitado por indios, al que se tardó mucho en llegar por grandes dificultades de aguas, de malos caminos y de montes muy cerrados. Se detuvieron allí para invernar porque era imposible seguir adelante, pero el Licenciado decidió  ir  a  descubrir por un río pequeño. Teníamos ciertas esperanzas de éxito, porque habíamos  visto que, la sal que comen por todo el río arriba los indios, les llega de unos a  otros desde la  costa de Santa Marta. Aunque la sal cuando llega muy arriba ya es tan poca, que vale muy cara y solo la comen los indios importantes, de forma que los demás la tienen que hacer de orines de hombres y  de polvos de palma. Pero, además de esto, vimos otra sal, no suelta como la anterior, sino en bloques macizos. Y, cuanto más arriba subíamos, más barata era la sal. Por esto, vimos claramente que, si la sal de grano subía por río, y la otra bajaba, la tierra de donde procedía había de ser muy buena, porque llegaba en gran cantidad. Además contaban los indios que los mercaderes que bajaban la sal decían que en su territorio había grandes riquezas, y allí mandaba un poderosísimo señor”.  Tuvo que ser un momento de enorme alegría comprender que había muchas posibilidades de encontrar más adelante tribus y territorios de gran importancia, totalmente desconocidos para los españoles. Pero sigamos: “El Licenciado Jiménez de Quesada, como está dicho, fue por el río pequeño yendo tierra adentro. Los bergantines volvieron a la mar, quedándose la mayor parte de la gente con el dicho Licenciado, y también sus capitanes,  para suplir de alguna manera a los muchos soldados que ya habían muerto. El Licenciado atravesó con hartas dificultades montañas poco pobladas por los indios, pero siempre encontraba en sus pueblos grandes cantidades de sal, por lo que comprendió claramente que aquella era la ruta por la que se bajaba. Después el Licenciado llegó a tierra llana, estando ya en el dicho Nuevo Reino de Granada, el cual comienza pasando las dichas montañas”. Los españoles, aunque conscientes de haber encontrado lo que buscaban, estaban desorientados y carecían de intérpretes, porque las lenguas de aquellas alturas eran diferentes a las de los indios de la zona de Santa Marta. No obstante, se dispusieron de inmediato a organizar la conquista de las  nuevas tierras. Y pronto vieron riquezas: “Después de haber atravesado las sierras, en una tierra a la que se puso el nombre de San Gregorio, los indios les dieron ciertas esmeraldas”. Así que, ‘llegaron y besaron al santo’.




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