jueves, 14 de abril de 2022

(1697) García Ramón, gobernador cesante, y su sustituto, Alonso de Ribera, se trataron con cierta cortesía, pero, en el fondo, estaban resentidos. Hubo otro que pretendió antes el cargo inútilmente: el peculiar Bernardo de Vargas Machuca.

 

     (1297) No solo Alonso de Ribera estaba decidido a no renunciar a su estrategia  militar, sino que, además, tuvo la conformidad de sus capitanes: "Como lo había previsto Alonso García Ramón, el plan de operaciones del nuevo Gobernador, que se centraba en no acometer operaciones militares que supusieran el fraccionamiento del ejército, fue aprobado unánimemente en la junta de guerra que celebraron los capitanes el 16 de febrero. Ese acuerdo le servía al nuevo Gobernador para justificar su conducta ante el monarca y ante el virrey del Perú. Además, tenía la consecuencia de apartar al gobernador cesante de toda intervención en los negocios militares, dejando  a Ribera en libertad de dirigir la guerra por sí mismo".

     A pesar de las buenas maneras, la tensión entre los dos gobernadores tuvo que ser desagradable. La separación de los dos no podía ser cordial, pero fue cortés. Y así se refleja en las siguientes palabras que le escribió Ribera al Rey: "Cuando García Ramón supo de mi llegada, vino a la ciudad de Concepción, donde tratamos de los negocios al servicio de Su Majestad. Quiso quedarse conmigo este verano (ya sabemos que no fue exactamente así), y yo también lo tuviera en mucho, pero después fueron su parecer y el mío tan diferentes, que nos pareció a los dos que de ninguna manera podríamos coincidir el uno en lo que el otro quería, y por eso decidió marcharse". Pero, según nos cuenta el historiador Diego Barros, ese comportamiento educado no duró largo tiempo: "García Ramón preparó una información para justificarse de los cargos que pudieran hacérsele por los pocos meses que había desempeñado el gobierno. Aunque el mismo Ribera firmó un escrito favorable a su antecesor, poco más tarde, cuando supo que esa información de García Ramón daba origen a que se le acusara a él en Lima de no haberle permitido que fuera a ayudar a las ciudades del sur, el Gobernador hizo redactar otra información para demostrar que García Ramón no había pensado nunca seriamente en hacer tal campaña. Ribera llevó su saña hasta escribir al Monarca y al Virrey que la firma que había puesto en el informe que se refería a la buena conducta de su predecesor, le había sido arrancada por sorpresa y por engaño".

     Es posible que ninguno de los gobernadores que llegaron a Chile en estos últimos tiempos fuera completamente consciente de las terribles circunstancias del país que le había tocado en suerte: "Cuando Ribera pudo centrarse en estudiar por sí mismo la situación del ejército de Chile, sufrió la más dolorosa decepción. Soldado distinguido e inteligente de los ejércitos de Flandes, discípulo de Alejandro Farnesio y de los más insignes generales de la segunda mitad del siglo XVI, había militado en los mejores ejércitos de su tiempo y conocía perfectamente las ventajas de la disciplina y de la buena  organización militar. Las tropas que iba a hallar en Chile no podían dejar de causarle la más penosa impresión. Sin contar los soldados que se hallaban en las ciudades del sur, y de quienes no se tenía la menor noticia desde hacía más de un año, el ejército de Chile disponía en esa época de unos 1.250. En este número estaban incluidos los 260 hombres que acababa de traer el nuevo gobernador, y las guarniciones repartidas en diversos lugares que no era posible abandonar. Las tropas utilizables para emprender una campaña contra los indios pasaban apenas de quinientos hombres".

 

     (Imagen) Alcanzar el cargo de Gobernador en las Indias era tener un título al que algunos aspiraban sin fijarse demasiado en los inconvenientes. Y, por entonces, había intentado serlo de Chile un personaje pintoresco: BERNARDO DE VARGAS MACHUCA, nacido en Simancas (Valladolid)  el año 1557. El historiador Barros nos lo muestra como un hombre no demasiado conocido por sus aventuras militares, pero sí por otras habilidades y una gran autoestima: "Conquistó cierta notoriedad escribiendo sobre historia y geografía de América. Después de servir diez años en Italia y durante la guerra contra los turcos, pasó a las Indias hacia 1574, militando en el Nuevo Reino de Granada (Colombia), y había tenido el cargo  de Gobernador de Portobello (localidad panameña). En 1594, dejó allí a su mujer y a sus hijos, fue a la Corte y solicitó en vano el premio de sus servicios. Poco después publicó un libro muy curioso con el título de 'Milicia y descripción de las Indias' (el que vemos en la imagen), una narración interesante sobre los países que había conocido y la manera en que los españoles hacían la guerra a los indios. Publicó, además, una 'Defensa de las conquistas de las Indias', refutando los escritos de Bartolomé de Las Casas. Vargas Machuca creía firmemente que su experiencia lo habilitaba para desempeñar cualquier cargo en las colonias de España. El 21 de agosto de 1599, le pedía al Rey el puesto que dejaba vacante la muerte en Chile del gobernador Óñez de Loyola, pero solo conocía el país por la lectura del poema de Alonso de Ercilla. A pesar de esas imperfectas nociones, el capitán Vargas Machuca  estaba seguro de acabar mediante su sistema la guerra de Chile en sólo cuatro años, aunque proponía en realidad los mismos métodos que, sin provecho alguno, habían utilizado los gobernantes anteriores. Su proposición debió de ser considerada como un rasgo de atolondramiento y de presunción, y por tanto fue desatendida por el Rey y por el Consejo de Indias. En vez del alto puesto que solicitaba, obtuvo algunos años después otro mucho más modesto, el de gobernador de la Isla Margarita (Venezuela), que desempeñaba todavía en 1615". Sin que esté muy claro el motivo, el libro que escribió para defender la forma en que se llevó a cabo la conquista del territorio de las Indias, no llegó a publicarse, quizá porque fuera muy tajante acusando a Bartolomé de las Casas de haber exagerado el mal trato que se dio a los nativos. Por otra parte, demostró intereses culturales tan amplios, que editó un método con reglas para montar adecuadamente a caballo, con el título de 'Compendio y Doctrina Nueva de la Gineta'. BERNARDO DE VARGAS MACHUCA murió en Madrid el año 1622.




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