(1247) De manera que entonces cesó como
gobernador interino el gran Martín Ruiz de Gamboa, y el cronista nos repite por
qué fue tan injustamente juzgado por la gente: "Habiendo pasado tres años
después de la muerte de Rodrigo de Quiroga sin gobernador propietario, proveyó
su majestad en este oficio a don Alonso de Sotomayor, caballero del Hábito de
Santiago, persona muy calificada y de larga experiencia en cosas de guerra por
haberse hallado en las alteraciones de Flandes y en algunos lugares de Italia,
donde había servido a Su Majestad con mucho éxito. El cual, con deseo de entrar
con buen pie, procuró traer consigo lo que era más necesario para este reino,
que era gente de guerra para ayuda de la que estaba en ella muy cansada. Para esto alistó a soldados nombrando sargento mayor a Francisco del Campo, soldado
viejo de Flandes, y capitanes a Alonso García Ramón y a Francisco de Cuevas".
Inexplicablemente, Alonso de Sotomayor,
quiso evitar la ruta habitual para llegar a Chile, por ser muy larga, ya que pasaba
por Panamá, donde había que atravesar por tierra el estrecho, y seguir después por
la costa de Perú. Prefirió aventurarse por la vía directa del Estrecho de
Magallanes, pero tuvo que cambiar de idea, ya que se les venía encima un
temporal que hacía muy arriesgado intentar el paso: "Mudó de parecer y se
fue por el gran río de la Plata navegando hacia el puerto de Buenos Aires, y, antes
de llegar, descubrieron una isla llamada San Miguel, a la que envió el
gobernador al capitán Francisco de Cuevas con sesenta hombres para descubrir lo
que en ella había. Los indios de esta isla eran astutos y conocían a los
españoles, porque antiguamente habían matado a doscientos. Queriendo hacer lo
mismo, se escondieron todos, de modo que los cristianos creyeron que la isla
estaba tranquila, y, sin ningún temor, fueron
algunos a una laguna donde había tantos peces que los cogían fácilmente con
alfileres encorvados a modo de anzuelos. Los indios apresaron a los que veían solos, y
los llevaron adonde pudiesen comer sus carnes, siendo veinte los que cayeron en
su poder".
Tras este desastre, los españoles
siguieron su ruta, y, como uno de los navíos iba retrasado, Alonso de Sotomayor
dejó en el puerto de Buenos Aires a casi todos su hombres para que esperasen la llegada del barco: Él partió con solo ocho españoles, dejando al mando de su
ejército a don Luis de Sotomayor, su hermano, y con él a Francisco del Campo
con cargo de coronel, como después lo fue en Chile, y a don Bartolomé Morejón
por alférez de Francisco del Campo". El viaje siguió siendo una pesadilla,
y llegaron a la ciudad de Mendoza I(Argentina) en abril del año 1583. Para
anunciar su próxima llegada a Martín Ruiz de Gamboa, y adelantarle órdenes sobre el gobierno de
Chile, le envió emisarios con una carta en la que ordenaba que le ayudaran en
esta materia Lorenzo Bernal de Mercado, el capitán Pedro Lisperger, el capitán
Barrera, el capitán Diego García de Cáceres y el capitán Ordóñez. Y, como hemos
visto en la imagen anterior, una de las mayores preocupaciones del gobernador
Alonso de Sotomayor era la de buscar una solución flexible en cuanto a las
normas que Martín Ruiz de Gamboa había establecido sobre limitaciones que
protegieran a los indios en lo referente a los tributos que tenían que pagar a
sus encomenderos.
(Imagen) Es el momento oportuno para hacer
una reseña de la biografía del recién llegado (año 1583) nuevo gobernador de
Chile, ALONSO DE SOTOMAYOR Y VALMEDIANO. Había nacido el año 1545 en Trujillo
(Cáceres), de familia ilustre y emparentada con los Pizarro. Estudió en Madrid,
pero el año 1563 empezó una carrera militar llena de peripecias, heroicidades y
heridas, quedándole la mandíbula deteriorada por un arcabuzazo. Luchó contra
turcos, holandeses y franceses, y, por su excelente hoja de servicios, el rey
Felipe II le otorgó el hábito de Caballero de la Orden de Santiago. Luego,
dadas las grandes alteraciones que había en Chile, lo eligió en 1581 para ser
gobernador de aquellas tierras. Nos acaba de hablar el cronista de su viaje a
Chile, criticando que hubiese querido llegar a través del Estrecho de
Magallanes. Pero no completa las causas de que tuviera que desviarse yendo por el
Río de la Plata. Dice que hubo temporales previos, pero el mayor problema se
debió a que iban sus naves junto a una impresionante armada capitaneada por el
irresponsable y cobarde Diego Flores de Valdés, que le hizo la vida imposible
al gran Pedro de Sarmiento, por lo que Sotomayor acabó harto y cambió de rumbo.
Legado a Chile, Sotomayor dejó libre a Martín Ruiz de Gamboa de todas las
acusaciones que le hacían muchos encomenderos por sus normas de protección a
los indios. Llevó a cabo entonces con éxito varias campañas contra los mapuches,
y mandó construir fuertes a ambos lados del río Biobío para cortar las
comunicaciones entre los indios. Hizo frente a los piratas ingleses, derrotando
el año 1587 a Thomas Cavendish, quien perdió a diez de sus hombres. Sometió a
grupos de soldados que se habían sublevado exigiendo que se les pagara un
sueldo en lugar de concederles encomiendas de indios, y, ante esta situación de
inestabilidad, partió hacia Perú con el fin de reclutar soldados de toda
confianza. Pero, al llegar a Lima, se enteró de que el Rey había nombrado como
nuevo gobernador de Chile a Martín García Óñez de Loyola (sobrino nieto de San
Ignacio). Regresado a Chile, fue sometido al preceptivo juicio de residencia,
del que salió limpio de toda culpa. Y le quedaba otra aventura: el virrey de
Perú le pidió que actuara como gobernador de Panamá con el principal objetivo
de eliminar el peligro de los piratas. Logró una victoria clamorosa contra el
famoso Francis Drake, el cual falleció poco después, en 1596, víctima de una
disentería. Curiosamente, vuelto a España, en 1604 ALONSO DE SOTOMAYOR fue
nombrado de nuevo, quizá por sus éxitos, gobernador de Chile, pero no aceptó el
cargo, y murió el año 1610.
No hay comentarios:
Publicar un comentario