sábado, 20 de noviembre de 2021

(1572) Los mapuches eran una horrible pesadilla constante. El gobernador Francisco de Villagra y su hijo morirán pronto. El nuevo gobernador será Pedro de Villagra, primo de Francisco y llamado igual que el hijo de este.

 

     (1162) Lo que no sabían los españoles era que los indios los estaban observando: "Viendo que reposaban, hablaron de juntarse y dar contra ellos una noche, pues les parecía que no podrían escaparse aunque quisiesen, ya que estaban en tierra. Con ese propósito se juntaron mil indios, y un amanecer atacaron a  Villagra y los suyos, que no los oyeron  hasta que los tenían ya encima dando de palos a los cristianos, a los caballos y a la tienda en que estaba Villagra. Si en lugar de ser indios bisoños, fueran expertos, ni Villagra ni ninguno de sus hombres habrían quedado vivos. Algunos soldados, aunque estaban desnudos, subieron a sus caballos y pelearon con los indios, y los desbarataron, porque los enemigos no sabían utilizar bien la lanza, y así mataron a algunos y tomaron presos a otros. Para informarse de la tierra y del número de indios que eran, se llevó Villagra algunos consigo. Navegó hasta la playa de Arauco, donde desembarcó y se fue a la casa fuerte que allí había. Sabiendo de su llegada,, le vinieron a ver de Concepción y de Cañete algunos amigos suyos, principalmente Pedro de Villagra (este era  su primo; no confundirlo con su hijo), al cual nombró como teniente general suyo  de todo el reino para las cosas de guerra".

     Los belicosos mapuches no cesaban de intentar hacer el mayor  daño posible a los españoles, aunque tuvieran que pagar un alto precio. Como decía Caupolicán, el gran cacique que murió empalado, pero sin bajar la cabeza, 'era mejor morir que ser esclavo de los españoles': "Los indios andaban haciendo fuertes donde pelear con ventaja y conseguir victorias sobre los cristianos. Queriéndolo remediar los vecinos de Concepción, enviaron a Francisco de Castañeda con treinta soldados para que deshiciese un fuerte que comenzaban a hacer. Llegado a él, peleó con los indios, y de tal manera tuvo la victoria, que los enemigos se retiraron para emplazarse en otro sitio mejor. Villagra, informado por cartas que tuvo de las ciudades de Concepción y Angol, y para dar el remedio que convenía, le mandó a su hijo Pedro de Villagra que fuese con sus amigos a juntarse con el capitán Arias Pardo Maldonado (era su yerno), a quien había dado encargo cuando se embarcó en Valdivia para que hiciese gente en aquellas ciudades y viniese con ella a Angol".

     Cumplidas todas las órdenes,  y ya juntos todos, se dispusieron a atacar a los indios en el nuevo fuerte, que estaba sin terminar del todo. Fue necesario renunciar a los caballos para la batalla porque era una zona montuosa. Empezó la lucha, entre arcabuzazos y flechazos, y ocurrió algo extraño: "Arias Pardo iba delante con buena determinación y desenvoltura. Al llegar cerca de los enemigos,  se le heló la sangre de todo un lado, y quedó pasmado de manera que no se pudo mover. Los demás pelearon con tanta determinación, que ganaron el fuerte, mataron algunos indios y apresaron a otros. De allí se fueron todos al río de Biobío para enviar por él a Arias Pardo a la ciudad de Concepción, pero, aunque se le puso en cura en Perú y en este reino de Chile, no pudo sanar (al parecer, se trataba de una apoplejía). Cincuenta soldados resultaron malheridos en el rostro y en lo que llevaban sin protección; algunos se volvieron a Concepción, de donde habían partido para aquella jornada, y otros a Arauco, donde Francisco de Villagra estaba".

 

     (Imagen) PEDRO DE VILLAGRA Y MARTÍNEZ, el primo del gobernador Francisco de Villagra, tuvo que ser un hombre valioso, aunque no es fácil encontrar sus datos personales. Era hijo de García de Villagra y Elvira de Martínez, y nació el año 1518 en Mombeltrán (Ávila). Pasó a las Indias en 1537, y es de suponer que, viéndose implicado en las guerras civiles, optara por alinearse en el bando de Francisco Pizarro, pues el gran conquistador le concedió permiso a Pedro de Valdivia para lanzarse a la arriesgada aventura de Chile el año 1540, yendo en su compañía, como buenos amigos, los dos primos, Francisco y Pedro de Villagra. La confianza en Pedro se agudizó, ya que el año 1544 Valdivia le otorgó el muy importante cargo militar de Maestre de Campo general. Pedro de Valdivia murió trágicamente el año 1553, y entonces Pedro de Villagra volvió a Perú, casándose en Lima con Beatriz de Figueroa y Santillán, viuda de Rodrigo de Pineda, sin que ella tuviera hijos en ninguno de los dos matrimonios. Después, en 1561, Pedro y Beatriz se trasladaron a Chile acompañando a su primo Francisco de Villagra, recién nombrado gobernador de aquel territorio. Pedro siguió teniendo cargos de mucho relieve, pero el más importante le llegó el año 1563, pues, por voluntad expresa de un moribundo Francisco de Villagra, heredó el puesto de gobernador de Chile, con la conformidad de Don Diego López de Zúñiga, virrey de Perú. Dos años después, Lope García de Castro, el nuevo virrey, lo sustituyó por Rodrigo de Quiroga, pero le dio tiempo a Pedro de Villagra para preparar  una nueva estrategia de ataque a los indios mapuches, con la que fueron derrotados en la fortaleza de Angol, en cuya victoria tuvo mucho que ver también Lorenzo Bernal de Mercado, cuya reseña hemos visto recientemente. Como era frecuente, los destituidos solían encontrarse con problemas judiciales, y PEDRO DE VILLAGRA no fue la excepción. Tuvo que vérselas con la Audiencia de Lima (quizá por ello trasladó su residencia al Cuzco), pero consiguió ser absuelto de toda culpa. La imagen muestra el primer folio de un expediente judicial. La letra es enrevesada, pero se diría que era el texto de su pleito ganado. Fue redactado el año 1569, y su encabezamiento parece confirmarlo, porque se ve que el Rey ordena cumplirse un deseo de Pedro y de su mujer: "Real Provisión ejecutoria a petición de PEDRO DE VILLAGRA, vecino de la ciudad del Cuzco, y su mujer, Doña BEATRIZ DE FIGUEROA, en el pleito que tratan con el fiscal licenciado Gamboa". Pedro murió en Lima el año 1577.




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