lunes, 25 de enero de 2021

(Día 1326) El cronista muestra datos de la impresionante armada con la que iba a partir Hernando de Soto hacia La Florida, y da nombres de capitanes y clérigos.

 

     (916) Hernando de Soto aportó una fortuna para financiar la campaña. El acuerdo con la Corona era repartir a medias los beneficios que se obtuvieran. Fueron muchos los que también gastaron importantes cantidades, y, en poco más de un año, ya estaba todo preparado en Sanlúcar de Barrameda, puerto de salida para la expedición: "Se juntaron novecientos cincuenta españoles de todas calidades en el puerto para ir a la conquista de la Florida, todos mozos, que apenas se hallaba entre ellos uno que tuviese canas (cosa muy importante para vencer los trabajos y dificultades que en las nuevas conquistas se ofrecen). Se embarcaron en siete navíos grandes y tres pequeños que en diversos puertos de España se habían comprado. El adelantado, con toda su casa, mujer y familia, se embarcó en una nao llamada San Cristóbal. En otra no menor, llamada la Magdalena, se embarcó Nuño Tovar, uno de los sesenta conquistadores (parece referirse a quienes eran veteranos y prestigiosos conquistadores), natural de Jerez de Badajoz. Este caballero iba por teniente general y en su compañía llevaba otro caballero, don Carlos Enríquez, natural de la misma ciudad. Luis de Moscoso de Alvarado, caballero natural de Badajoz y vecino de Zafra y uno de los sesenta conquistadores, elegido para maese de campo, iba por capitán del galeón llamado la Concepción. En otro galeón igual a éste, llamado Buena Fortuna, iba el capitán Andrés de Vasconcelos, caballero hidalgo portugués, natural de Yelves, con una muy lucida compañía de hidalgos portugueses, que algunos de ellos habían sido soldados en las fronteras de África". El cronista sigue danto nombres de capitanes importantes: Diego García, natural de Barcarrota, Arias Tinoco,  su hermano Alonso Romo de Cardeñosa, otro hermano llamado Diego Arias Tinoco (los tres eran parientes de Hernando de Soto; su madre se llamaba Leonor Arias Tinoco) y Pedro Calderón, natural de Badajoz, al que acompañaba el capitán genovés Espínola, encargado de los setenta alabarderos de la guardia personal del gobernador Soto.

     No se olvida el cronista de otro grupo importante: "Iban en la armada doce sacerdotes, ocho clérigos y cuatro frailes. Los nombres de los clérigos que mi memoria ha retenido son: Rodrigo de Gallegos, natural de Sevilla, deudo de Baltasar de Gallegos, Diego de Bañuelos y Francisco del Pozo, naturales de Córdoba, y Dionisio de París, natural de Francia, de la misma ciudad de París. Los nombres de los otros cuatro clérigos se han olvidado. Los frailes se llamaban: fray Luis de Soto, natural de Villanueva de Barcarrota, deudo del gobernador Hernando de Soto, fray Juan de Gallegos, natural de Sevilla, hermano del capitán Baltasar de Gallegos (ambos frailes de la orden de Santo Domingo), fray Juan de Torres, natural de Sevilla, de la religión de San Francisco, y fray Francisco de la Rocha, natural de Badajoz, de la advocación e insignia de la Santísima Trinidad. Todos ellos hombres de mucho ejemplo y doctrina". A medida que señala nombres, va sonando la localidad Barcarrota, de donde procedían algunos que incluso eran parientes (deudos) de Hernando de Soto, lo que da mayor consistencia a la hipótesis (casi certeza) de que él mismo tuvo su origen en esa población extremeña. Como vimos, ese parentesco con barcarroteños era un argumento más de los que fundamentaban el hecho.

 

 

     (Imagen) Quien tomó nota, como testigo presencial, de la trágica muerte en Florida de  fray Luis Cáncer y otros dos religiosos, fue el también dominico FRAY GREGORIO DE BETETA. Volviendo al tema, podré aclarar, e incluso rectificar, algo de lo que dije en la imagen anterior. Fray Gregorio nació en un pueblo de León, siendo de familia rica. Fue ordenado el año 1533 en el convento dominico de San Esteban (Salamanca). Llegó a la Indias, primeramente a Santo Domingo y luego a México, donde se unió a fray Luis Cáncer para ir a evangelizar en La Florida. Tengo que aclarar que, antes de que los indios mataran a fray Luis, ya había ocurrido otra tragedia. Los primeros que desembarcaron en la bahía de Tampa fueron fray Diego de Peñalosa y el hermano lego Fuentes, y los masacraron de inmediato. Rápidamente, Fray Luis saltó a tierra, como dice un cronista, "esperando que quizá la sangre de los mártires ablandaría a los indígenas". Esa prueba de enorme valor le costó la vida, y, aunque fray Gregorio y otro superviviente, fray Juan García, quisieron seguir la ruta de evangelización, no pudieron hacerlo, porque el piloto se negó y dio la vuelta. Ya de regreso, fray Cristóbal siguió con su labor misionera en zona venezolana. El año 1551 fue nombrado, contra su voluntad, obispo de Cartagena de Indias. Se trasladó a España y le propuso al Consejo de Indias un proyecto de asentamiento junto al río Orinoco, fundando un poblado con colonos y treinta soldados. Había dejado en la isla Margarita a un compañero suyo, Fray Francisco de Montesinos. Este dato revela que, en la imagen anterior, lo confundí con fray Antonio de Montesinos (la fuente que utilicé no decía el nombre), aunque todo lo que dije de fray Antonio era cierto. Vuelto a las Indias en 1554, hubo una tragedia en la que pudo haber muerto. Desembarcado con otros en lugar equivocado, fue un batel a recogerlos en dos viajes. Traídos el obispo y algunos más, el batel fue luego a por el resto, pero no volvió, y nunca más se supo de los cinco que estaban en tierra ni de los ocho que iban en el batel. En 1556, consiguió del Papa que le admitiera su renuncia al obispado. Lo suyo eran las misiones, y tuvo la osadía de intentar de nuevo evangelizar en La Florida. FRAY GREGORIO DE BETETA comprendió sobre el terreno que no tenía ninguna posibilidad de éxito, y decidió volver a España, muriendo en su convento de Toledo el año 1562.




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