(616) Los aliados no pudieron llevar a cabo su intención de matar a Vela
Núñez, el hermano del virrey: "Alonso de Barrionuevo, natural de Soria,
hombre osado y determinado, que servía con firme voluntad al virrey -por lo cual
pasó muchos trabajos, como más adelante diré-, no se apartaba de Vela Núñez,
haciendo lo mismo Sebastián de Coca, Hernán Vela y los otros que pensaban volver a la Ciudad de
los Reyes e no irse a juntar con Gonzalo Pizarro".
Entonces se encontraron todos con fray Tomás de San Martín, el
secretario Pedro López y los otros que volvían de su fracasada gestión en el
Cuzco para aplacar a Gonzalo Pizarro, quien ya ni allí estaba. Y las cosas se
van a complicar: "Les dijeron que hablaron en el valle de Jauja con el
capitán Pedro de Puelles y con los demás que salieron de Huánuco para juntarse
con Gozalo Pizarro. Viendo fray Tomás que Vela Núñez trataba de alcanzar a
Pedro de Puelles, le apartó y le dijo en secreto que se volviese sin pasar
adelante, y que cuidase de su persona porque los que llevaba con él le habían
de matar, pues lo sabía por palabras que le oyó a Gonzalo Díaz de Pineda.
Además,añadió que Pedro de Puelles había ya partido de Jauja. El general Vela
Núñez, turbado y muy temeroso, les dijo después a Gonzalo Díaz y a los demás
que, puesto que Pedro de Puelles ya había partido, no había para qué ir tras
él, y que mejor sería volverse a juntar con el virrey. Y, sdiciendo esto, volvió las riendas de su
caballo, a pesar de saber que Gómez de Solís con hasta diez españoles venían
hacia Jauja para juntarse con Gonzalo Pizarro".
Los que iban con Vela Núñez siguieron su camino de vuelta: "Iba con
gran temor de que lo matasen sus fingidos amigos. Llegados a Guayachiri, Gonzalo
Díaz, que traía ya la maldad concebida, no veía la hora de ejecutar su traición
al virrey (lo de matar al hermano del virrey estaba ya desbaratado). Él
y sus cómplices hicieron alto en marcha,
diciendo que estaban muy fatigados del camino. Vela Núñez se dio toda prisa con
sus amigos hasta llegar a la Ciudad de los Reyes. Gonzalo Díaz e sus cómplices les
dijeron a los demás que se fuesen con ellos adonde estaba Gonzalo Pizarro,
porque serían bien tratados, mientras que el virrey era cruel y venía para
quitarles a todos sus haciendas. Algunos mostraron que ellos querían servir al
virrey. Al oírlo Gonzalo Díaz, mucho le pesó. Él y sus amigos acordaron
desarmar a los que no querían ir con ellos, y quitarles los caballos. Así lo
hicieron, y de esta suerte se volvieron a la Ciudad de los Reyes Rivadeneira,
Sebastián de Coca, Rodrigo Niño y otros. Gonzalo Díaz y los suyos fueron hacia
Huamanga, y, cuando llegaron, Pedro de Puelles y sus compañeros se alegraron de
su venida, diciendo unos y otros que Gonzalo Pizarro había de ser gobernador, y
que ya habían de llamarle señoría. Luego mandaron a Cristóbal de Torres a llevarle
la noticia a Gonzalo Pizarro, el cual estaba cerca de la provincia de
Andahuaylas (más o menos, a mitad de camino entre el Cuzco y Lima)".
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