sábado, 8 de febrero de 2020

(Día 1026) Los conspiradores desecharon la idea de matar al hermano del virrey, quien estaba sobre aviso, y dio la vuelta hacia Lima con sus fieles porque ya no era posible apresar a Pedro de Puelles.


     (616) Los aliados no pudieron llevar a cabo su intención de matar a Vela Núñez, el hermano del virrey: "Alonso de Barrionuevo, natural de Soria, hombre osado y determinado, que servía con firme voluntad al virrey -por lo cual pasó muchos trabajos, como más adelante diré-, no se apartaba de Vela Núñez, haciendo lo mismo Sebastián de Coca, Hernán Vela  y los otros que pensaban volver a la Ciudad de los Reyes e no irse a juntar con Gonzalo Pizarro".
     Entonces se encontraron todos con fray Tomás de San Martín, el secretario Pedro López y los otros que volvían de su fracasada gestión en el Cuzco para aplacar a Gonzalo Pizarro, quien ya ni allí estaba. Y las cosas se van a complicar: "Les dijeron que hablaron en el valle de Jauja con el capitán Pedro de Puelles y con los demás que salieron de Huánuco para juntarse con Gozalo Pizarro. Viendo fray Tomás que Vela Núñez trataba de alcanzar a Pedro de Puelles, le apartó y le dijo en secreto que se volviese sin pasar adelante, y que cuidase de su persona porque los que llevaba con él le habían de matar, pues lo sabía por palabras que le oyó a Gonzalo Díaz de Pineda. Además,añadió que Pedro de Puelles había ya partido de Jauja. El general Vela Núñez, turbado y muy temeroso, les dijo después a Gonzalo Díaz y a los demás que, puesto que Pedro de Puelles ya había partido, no había para qué ir tras él, y que mejor sería volverse a juntar con el virrey. Y,  sdiciendo esto, volvió las riendas de su caballo, a pesar de saber que Gómez de Solís con hasta diez españoles venían hacia Jauja para juntarse con Gonzalo Pizarro".
     Los que iban con Vela Núñez siguieron su camino de vuelta: "Iba con gran temor de que lo matasen sus fingidos amigos. Llegados a Guayachiri, Gonzalo Díaz, que traía ya la maldad concebida, no veía la hora de ejecutar su traición al virrey (lo de matar al hermano del virrey estaba ya desbaratado). Él y sus cómplices hicieron alto en  marcha, diciendo que estaban muy fatigados del camino. Vela Núñez se dio toda prisa con sus amigos hasta llegar a la Ciudad de los Reyes. Gonzalo Díaz e sus cómplices les dijeron a los demás que se fuesen con ellos adonde estaba Gonzalo Pizarro, porque serían bien tratados, mientras que el virrey era cruel y venía para quitarles a todos sus haciendas. Algunos mostraron que ellos querían servir al virrey. Al oírlo Gonzalo Díaz, mucho le pesó. Él y sus amigos acordaron desarmar a los que no querían ir con ellos, y quitarles los caballos. Así lo hicieron, y de esta suerte se volvieron a la Ciudad de los Reyes Rivadeneira, Sebastián de Coca, Rodrigo Niño y otros. Gonzalo Díaz y los suyos fueron hacia Huamanga, y, cuando llegaron, Pedro de Puelles y sus compañeros se alegraron de su venida, diciendo unos y otros que Gonzalo Pizarro había de ser gobernador, y que ya habían de llamarle señoría. Luego mandaron a Cristóbal de Torres a llevarle la noticia a Gonzalo Pizarro, el cual estaba cerca de la provincia de Andahuaylas (más o menos, a mitad de camino entre el Cuzco y Lima)".

     (Imagen) De vez en cuando aparecen, entre los conquistadores, soldados extranjeros, muchos de ellos portugueses, pero también italianos y griegos, como era el caso de Pedro de Candía. De este se duda si era griego o hijo de griego, pero hay datos precisos que lo sitúan nacido en la isla de Creta, siendo su verdadero nombre Petros Kitikos. De su extraordinario historial, ya hemos hablado. Pero hubo otros dos griegos que estuvieron mucho tiempo batallando a su lado. Eran los hermanos Jorge y Marco Griego. Vamos a centrarnos en JORGE GRIEGO. Nació el año 1504. Aparece en 1532 junto a Candía participando en el apresamiento de Atahualpa. Estuvo en 1541 con Diego de Urbina luchando contra la durísima rebelión de los indios que acabó con la vida del obispo fray Vicente de Valverde, y también anduvo de campaña por la zona de Popayán con el gran capitán Sebastián de Belalcázar. Ahora nos lo acaba de mostrar Cieza conspirando con Gonzalo Díaz de Pineda para asesinar a Juan Núñez Vela, pero abandonó la idea, y consta que partió hacia España. A su vuelta, como él indica en un expediente de méritos que presentó el año 1561(en la imagen se ve el primer folio, de fácil lectura), vemos que, no solo luchó junto al virrey, sino que se las ingenió para fabricar, en una situación desesperada, la pólvora que necesitaban (mucho aprendería del experto artillero Pedro de Candía). Muerto el virrey, siguió fiel a la Corona, luchando a las órdenes de Pedro de la Gasca contra Gonzalo Pizarro, y derrotándolo definitivamente. Tampoco se perdió la siguiente guerra civil, donde se mantuvo fiel al Rey, luchando hasta que el último rebelde, Francisco Hernández Girón, fue derrotado y ejecutado. Muchas reseñas biográficas sobre el hiperactivo y valiente JORGE GRIEGO, suelen terminar en el viaje que, el año 1544, hizo a España (en concreto a Sevilla), pero su documento de méritos y servicios lo presentó el año 1561, viviendo entonces en Perú, y demuestra que no paró de batallar por aquellas tierras.



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