(614) Tantas guerras entre españoles, las
ya habidas y las por venir, dejaron aparcada la verdadera y valiosa tarea de
los conquistadores, descubrir tierras y fundar poblaciones (salvo actuaciones
esporádicas), y los indios (salvo los que eran amigos) las contemplaban como un
delicioso espectáculo, viendo el sufrimiento de los españoles. También Manco
Inca estaba contento, pero, sobre todo, porque veía una oportunidad de
revancha: "Como ya cundía fuego tan cruel por todas partes, y el Demonio,
enemigo del género humano, se alegrara de ver la guerra tan cruel que andaba
entre los cristianos, y con cuánta crueldad los padres mataban a los hijos y
los hijos a sus mismos padres, y que entre todos había tanta turbación, se
animó Manco Inca para ir a al Cuzco y destruirla, sabiendo además que Gonzalo
Pizarro había ido a Lima y dejado pocos cristianos en la ciudad. Mandó a
algunos de sus capitanes que, con toda la gente que tenían, fuesen hacia el
Cuzco y matasen a los cristianos y a sus indios amigos. Salieron de la
provincia de Viticos, y pasaron por los pueblos cercanos al Cuzco haciendo el
mayor daño posible. La noticia fue en breve tiempo a la ciudad del Cuzco, y
Diego de Maldonado mandó a un criado suyo que fuese a ver si era verdad, al
cual, llegado donde estaban los capitanes d Manco Inca, lo mataron".
Cieza nos hace ver que un español sin
caballo era muy vulnerable: "Enterados de lo que ocurría, los del Cuzco
temieron grandemente el poder de Manco Inca, y el capitán Diego de Maldonado,
por haber llevado Gonzalo Pizarro todos los caballos, mandó recoger todas las
yeguas que hubiese, porque no hay otra fuerza capaz de resistir el índico furor
más que la de los españoles sobre los caballos". Por lo que dice a
continuación, algún caballo había: "Los indios llegaron a seis leguas del
Cuzco, de donde no pasaron adelante porque también ellos temían el denuedo con
que suelen pelear los españoles. El capitán Diego de Maldonado mandó que todos,
hasta los clérigos, saliesen con sus caballos y sus lanzas en las manos a la
plaza, para que los indios supiesen la determinación que tenían. Mandó, asimismo,
al licenciado Antonio de la Gama que fuese con algunos hombres hasta el puente
de Apurima, para resistir el daño que los indios venían haciendo".
Y fue entonces cuando ocurrió algo a lo
que ya me he referido varias veces. Hay que recordar que, tras su derrota en la
batalla de Chupas, Diego de Almagro el Mozo había sido ejecutado, pero Diego
Méndez (hermano del trágico y bravo capitán Rodrigo Orgóñez) logró escapar con
otros almagristas, encontrando refugio al amparo de Manco Inca: "Estaban
con Manco Inca Diego Méndez, Francisco Barba, Gómez Pérez, Cornejo y Monroy,
quienes, por huir de la crueldad de Vaca de Castro, huyeron adonde los indios,
donde permanecieron durante todo ese tiempo (llevaban allá casi tres años).Eran
bien tratados por Manco Inca, y vigilados para que no pudiesen huir". Hay
que precisar que este Diego Méndez suele ser confundido en numerosos textos con
otro del mismo nombre, como ya conté, que murió mucho más tarde, y que también
anduvo mezclado en rebeldías posteriores, de las que consiguió ser perdonado.
(Imagen) Con el
tiempo, Gonzalo tendrá como enemigo a un personaje de gran talla: JUAN DE
VILLARROEL. Todo apunta a que nació en Carmona (Sevilla) hacia el año 1500. Estuvo
en las guerras europeas, pero le tentó la aventura de las Indias. Cuando el
notable capitán Cristóbal de Olid se rebeló contra Hernán Cortés, ayudado con
refuerzos del gobernador de Cuba (que odiaba a Hernán), iba Villarroel
incorporado a esa tropa. Francisco de las Casas, enviado por Cortés, derrotó y
ejecutó a Olid, dándose a la fuga Villarroel, cuya pista se pierde durante
muchos años. Tantos que solo vuelve a salir al escenario en 1545. Se había
establecido en la peruana Porco, quizá
por haberle llegado rumores de que era una zona prometedora de riquezas. Y
ocurrió que, por pura casualidad, un indio, criado suyo, hizo el gran descubrimiento
de las minas de plata de Potosí (en lo que luego fue territorio boliviano, como
se ve en la imagen). Villarroel se asoció con el indio y registraron la
propiedad de las minas. Sin embargo, más tarde, se estableció una sociedad para
su explotación entre Villarroel y varios españoles, uno de los cuales era el
capitán Diego Centeno. Se fundó la llamada Villa Imperial de Potosí, de la que
Villarroel fue su primer gobernador, generándose allí en poco tiempo una
población muy numerosa y una riqueza excepcional. Lo curioso es que a Juan de
Villarroel no le bastaba ser muy rico. Quizá fuera también un soñador de
glorias militares, porque se puso a las órdenes de Pedro la Gasca para luchar
contra el rebelde Gonzalo Pizarro, quien fue ejecutado tras sufrir en
Jaquijaguana su derrota definitiva. Villarroel resultó gravemente herido, pero
un año después, ya recuperado, su insaciable afán de acción lo llevó a una
nueva aventura, la durísima de Pedro de Valdivia por Chile. En la Navidad del
año 1553 murieron masacrados por los temibles araucanos Pedro de Valdivia, JUAN
DE VILLARROEL y un hermano suyo llamado Andrés de villarroel.
No hay comentarios:
Publicar un comentario