martes, 13 de diciembre de 2022

(1905) Los españoles encontraron tanto oro, que hasta los esclavos negros se beneficiaban de él. Los indios colimas también eran caníbales, pero respetaban mucho a sus mujeres.

 

     (1505) En el  nuevo emplazamiento, los españoles tuvieron como primer objetivo descubrir nuevas minas de oro: “Las hallaron pronto, principalmente el Capitán Baltasar de Burgos Antolínez y el Capitán Diego de Ospina (hijo de Francisco de Ospina), muy expertos en minas. Encontraron uno de les sitios más ricos que han podido ver los hombres en el mundo, pues de él se sacaba el oro a puñadas. Voló en breves días la fama de estas riquezas por todas las poblaciones de la comarca”. Cuando se enteró Alonso de Andújar, Corregidor de Mariquita, muy próxima a los yacimientos, instaló casi de inmediato, en noviembre de 1594, un pequeño poblado minero con sesenta casas de madera fáciles de montar: “Como era tanto el oro que encontraban, los españoles compraban esclavos negros para trabajar en las minas, de manera que, en dos años, aquel poblado vino a ser el más rico de su tamaño que había en estas Indias. Hasta el punto de que los veinte españoles principales del poblado tenían ya más de dos mil esclavos negros. Y el Capitán Diego de Ospina me dijo un día que, de lo que había obtenido en poco tiempo, había apartado más de sesenta mil pesos de oro para los tributos del Rey. Yo estuve allí el año 1613, y vi que hasta los negros salían beneficiados, pues, con sólo escarbar un poco en el portal de su casa, obtenían tres reales de oro, y lo disfrutaban niños y mayores,  pues parecía que había hecho testamento la tierra, como ellos decían, y que había repartido con todos ellos sus grandes riquezas”. Pero esas riquezas eran agotables, y así resultó en pocos años, dándose, además, la circunstancia de que los esclavos negros, víctimas de algunas enfermedades, quedaron reducidos a menos de quinientos. Luego pasa el cronista a hablarnos de los indios colimas, similares a los panches y muzos (de quienes ya hablamos) en lo que respecta a ferocidad y canibalismo, y muy diferentes de los muiscas, mucho más civilizados que ellos. Después hace un curioso comentario sobre las mujeres colimas, de las que dice que eran muy guapas: “Estas nunca se casaban, pero los indios les tenían tanto respeto, que ellas eran las que aplacaban las disensiones que había entre las tribus. Cada uno tenía muchas, con lo cual se evitaba el pecado nefando, que nunca se vio entre ellos (y en eso se parecían a los muiscas), para lo que ayudaba mucho el poder tener tantas mujeres como podían sustentar. Cada tribu tenía diversas ceremonias para los casamientos, y los indios no le daban importancia a que la mujer de uno se juntara con otro si se lo pagaban”. En la imagen: canibalismo de los colimas.




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