sábado, 30 de octubre de 2021

(1554) Llegó a Chile con más soldados Juan Remón (antiguo protagonista de dos hechos vergonzosos), enviado por el nuevo gobernador, García de Mendoza, y lo primero que hizo fue apresar a Francisco de Villagra.

 

     (1144) La batalla en que murió Lautaro (que se ha convertido  en un personaje histórico), tuvo lugar junto al río Mataquito el día 30 de abril de 1557. Tras contar los hechos, el cronista Marmolejo va a hablarnos ahora de algunos incidentes que les ocurrieron a Francisco de Villagra y Francisco de Aguirre, pero lo relata con los tiempos ligeramente cambiados. Para no sembrar más confusión, seguiré el texto tal y como lo escribe, pero haciendo sobre la marcha algunas aclaraciones: "Quedando aquella provincia castigada y puesta en quietud, se fue Francisco de Villagra a Santiago, donde, estando oyendo misa en San Francisco (¿habría alguien entonces que no fuera a misa?), recibió una carta en la que decía un estanciero (propietario de una finca), que residía cerca de Santiago, que había llegado un capitán con muchos soldados avisando de que don García de Mendoza quedaba en la ciudad de la Serena. Tras esta carta, llegó a la ciudad de Santiago Juan Remón, que venía como maestre de campo, trayendo consigo treinta hombres, con orden de que fuese recibido en nombre de don García en aquella ciudad. Llegó a las casas de Villagra, y envió para avisarle a un hidalgo llamado Vicencio de Monte, natural de Milán, el cual entró en la iglesia, y le dio el recado. Después de oír misa, Villagra fue a su casa, en donde le estaban esperando".

     Hasta entonces, todo era normal. Estaba ocurriendo lo que Villagra ya esperaba. Y tampoco le extrañó lo que se tramitó después. Remón le pidió, por orden del gobernador García de Mendoza, cuyos poderes traía, que juntase a los miembros del cabildo para  mostrar a aquellas autoridades que el marqués de Cañete, virrey de Perú, había nombrado gobernador de Chile a su hijo, de lo que también traía comprobante. Y, como era natural, no hubo ninguna discrepancia. Pero ocurrió lo que Villagra no se imaginaba: "Juntos los del cabildo, dieron conformidad a todo lo que, en nombre de don García y por poder suyo, se les pedía, y, de inmediato, apresó a Francisco de Villagra, y le puso guardas para que no hablase con él ninguna persona. El día siguiente, por la mañana, lo llevó a la mar,  y lo embarcó en un navío que para tal efecto había enviado don García desde La Serena, lo entregó a quien estaba al mando y se hicieron a la vela con él. De esta manera fue Francisco Villagra abandonado entonces por la fortuna, que tan favorable le había sido siempre para darle cargos  honrosos (con el tiempo, volverá a sonreírle)".

     Después el cronista explica que el virrey Andrés Hurtado de Mendoza, tras decidir que su hijo, García de Mendoza, fuera gobernador de Chile, quiso que fuera bien acompañado de soldados, dada la inestabilidad que había en aquel territorio, sabiendo, además, que a Villagra y Aguirre les iba a costar digerir quedarse sin derecho a la gobernación del país. Si todo se controlaba bien, el conflicto que venía arrastrándose entre los dos aspirantes quedaría zanjado. También se comprende que resultara fácil encontrar soldados dispuestos a partir hacia Chile. Algunos por ser unos incorregibles aventureros, pero otros, y eran muchos, por haber sufrido los horrores de las guerras civiles de Perú, especialmente si figuraban en la lista de los que habían sido derrotados, y castigados por formar parte de las tropas rebeldes a la Corona. Podía contar asimismo con otro fichaje de militares ilustres, porque, a Jerónimo de Alderete, nombrado gobernador de Chile pero muerto durante el viaje, le acompañaba, como era habitual, un nutrido grupo de gente notable, todos hidalgos. Y, además, el  virrey motivó a la gente: "Con  esa intención, como era generoso,  gastó cien mil pesos para ayudar a muchos soldados que iban a partir con don García de Mendoza. Juntó para la campaña trescientos hombres, y, con tres navíos bien preparados, envió a su hijo a Chile para que gobernase aquel reino".

 

     (Imagen) Nos han salido sobre la marcha varios nombres con historia (de alguno de ellos  ya hablé hace tiempo). No vendrá mal recordar y añadir algunas cosas. Ahora vemos a JUAN REMÓN convertido en un hombre tan importante, que, además de tener el título de maestre de campo, el nuevo y linajudo gobernador de Chile GARCÍA HURTADO DE MENDOZA (quien más tarde será virrey de Perú) le encarga que se adelante a ir a Santiago con treinta hombres de a caballo, para anunciar  su llegada y pedir a los miembros del cabildo que lo reconozcan como su gobernador. Juan Remón tuvo una biografía intensísima, pero, al menos, un par de detalles bochornosos. Estando en Perú durante las guerras civiles, él y otros que eran del bando del rebelde Gonzalo Pizarro, planearon matar a su terrible maestre de campo, Francisco de Carvajal, pero, por salvar el pellejo, Remón y otro compañero se lo 'chivaron' a Carvajal, el llamado 'Demonio de los Andes', y así salvaron sus vidas a cambio de la de los demás implicados. Llegado a Chile, Juan Remón adquirió gran relieve político y militar. Fue a España en 1562 y se casó con la adolescente Francisca de Briviesca, luego convertida en la primera poetisa de Perú. Al fallecer Remón el año 1583, su mujer se casó con otro romántico, Diego Dávalos de Figueroa, y escribieron al alimón un libro en verso, titulado Miscelánea Austral y centrado en los misterios del amor, pero tan bella armonía, con el tiempo se fue al traste, rompiéndose la pareja. Solo nos queda un hueco para JUAN GODÍNEZ, quien, como hemos visto, fue protagonista en la batalla que acabó con la vida del gran cacique mapuche LAUTARO, y en la que, aunque Marmolejo no lo dice, participó también otro cronista de Chile importante, el gallego Pedro Mariño de Lobera. No parece que Juan Godínez, nacido en Úbeda (Jaén) en 1517, fuera pariente del rebelde y cruel Vasco Godínez, a quien, en 1553, también lo traicionó Juan Remón (lo cual le sirvió para seguir vivo). Juan llegó a Perú en 1530, y por primera vez a Chile el año 1536, en la tremenda y fracasada campaña de Diego de Almagro, con el que retornó a Perú. Su segundo viaje a Chile lo hizo el año 1540, acompañando a Pedro de Valdivia en su expedición inicial. Fue el día 30 de abril de 1557 cuando Godínez y Francisco de  Villagra derrotaron a Lautaro, quien falleció en la batalla. Ese mismo año se casó JUAN GODÍNEZ (se supone que tras la victoria) con Catalina de la Cueva, y tuvieron ocho hijos. Murió en Chile el año 1571. (Seguro que Marmolejo volverá a hablarnos de él).




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