(5) PEDRO
PIZARRO. A él le debemos una magnífica crónica que tituló “Relación del descubrimiento y conquista de
los reinos del Perú” (narrando lo sucedido desde 1531 hasta 1555), y no fue
parco en palabras, porque la edición publicada en Fondo de Cultura Económica
tiene 236 páginas, escritas con sencillez y, según los especialistas, con
evidente sinceridad, aunque hizo un comentario sobre el partidismo de varios
cronistas que, en un caso concreto, no me parece creíble: metió en ese saco a
Cieza (cuya crónica utilizó), y creo más bien que, lo que le molestó, fue
precisamente que, por ser muy objetivo, no ocultó los abusos de los españoles,
ni de Pizarro en particular, a quien, sin embargo, tanto admiraba. Ante la
duda, me inspira más confianza Cieza que él. Pedro Pizarro tuvo también el
mérito especial de haber sido protagonista de los hechos, aunque su obra fue
tardía, ya que la terminó de escribir en 1571 a base de remozar sus recuerdos y
adobarlos con crónicas anteriores.
Es muy poco lo que se conoce de su joven vida
en España, pero hay datos curiosos. Nació en Toledo hacia 1515 y era pariente
lejano de los Pizarro (no es cierto que fueran primos hermanos, como se suele
decir). Le pasó lo mismo que al cronista Trujillo: quedó abducido por el
hechizo de Francisco Pizarro y por la gloria y riquezas que prometía, y, con
sus 15 añitos, se embarcó con él para Indias en 1530. En la expedición iban los
cuatro hermanos Pizarro y gente de todo pelaje, desde lo más humilde hasta lo
más linajudo (bastantes, nobles pero arruinados o bastardos) y, lo que son las
cosas, también coincidió con Francisco de Trujillo; los dos sabían que iban a luchar
en las batallas, pero no se imaginaban que llegarían a ser cronistas de una
aventura absolutamente espectacular.
La proximidad familiar y su juventud lo
convirtieron a Pedro, quizá ya en la travesía marítima, en paje de Francisco
Pizarro. Pero, dos años después, se le ve ya batallando contra los indios, y a
caballo, lo que es curioso porque ser jinete suponía tener buenos medios económicos
(los caballos eran exageradamente caros en Indias). Formó parte del grupo de
conquistadores que fundó Arequipa (algo que tendrán que agradecerles los allí
nacidos, como Vargas llosa), y no pudo eludir verse enredado en las guerras
civiles entre españoles. Estuvo a favor del grupo de los Pizarro, pero, cuando
Gonzalo Pizarro (el último superviviente de la familia) se rebeló contra la
Corona, no le quedó más remedio que hacer un encaje de bolillos con la
ambigüedad. Su dudosa actitud no le costó la cabeza como a Gonzalo, pero salió
perjudicado en sus bienes. Aun así, pudo seguir viviendo tranquilo y con buena
posición social, en la Arequipa que fundó con otros españoles, hasta su
fallecimiento, de fecha desconocida pero posterior a 1571.
(Imagen) Pedro
Pizarro escribió una de las mejores y
más completas crónicas de la conquista de Perú. Su texto no
recoge el comienzo de la campaña porque se incorporó en la fase definitiva, la
del apresamiento de Atahualpa. Terminó de escribirla muy tardíamente, el año
1571, y, lamentablemente, permaneció
inédita nada menos que hasta el año 1844, si bien el manuscrito original ya fue conocido y utilizado por varios historiadores.
Libro extraordinario para leerlo en casa con el amor por la Historia del PERÚ
ResponderEliminarDónde lo venden....?
ResponderEliminarQuiero Comprarlo
ResponderEliminar